El modelo educativo está en constante evolución, prestándose a un cambio de paradigma. Se busca un enfoque educativo, en el que se fomente el trabajo cooperativo y colaborativo, la participación del alumnado, la adaptación a distintos ritmos de aprendizaje, clases más prácticas y experimentales, que impulsen la autonomía, y la autorregulación en el aprendizaje. Nuevas metodologías, como la flipped classroom o aula invertida, pueden dar respuesta a algunas de estas necesidades. Este artículo presenta resultados de una investigación llevada a cabo en el Grado en Educación Primaria de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Málaga. El objetivo marcado ha sido analizar y conocer los resultados obtenidos, tras haber realizado la inversión de aulas, de dos asignaturas distintas en diferentes cursos, Didáctica de la Medida y Tecnologías de la Información y la Comunicación para la Educación. Se ha llevado a cabo la triangulación de resultados mediante un exhaustivo análisis cualitativo y cuantitativo, a partir de los datos obtenidos de entrevistas y cuestionarios. De esta forma, se pretende conseguir una imagen completa de la propuesta a estudio, mediante la comprensión de dos planteamientos metodológicos. Los resultados obtenidos concluyen que, el alumnado ve con satisfacción la introducción de una metodología que le proporciona mayor participación en el aula, que le facilita el acceso a contenidos didácticos en un formato más cercano, que puede consultar cuándo y cómo quiera, adaptándose a sus necesidades y ritmos de aprendizaje. Consideran que el tiempo en el aula es más eficaz, estiman que realizan un mejor aprovechamiento del tiempo y que además mejora su aprendizaje y la compresión de contenidos. Estos resultados, se suman a diversos estudios realizados por otros investigadores, en distintas etapas educativas.