Durante los primeros decenios de este siglo, el teatro que floreció en Madrid y otros centros provinciales españoles fue el comercial. Al mismo tiempo, algunos pioneros lanzaban de vez en cuando intentos de teatro «artístico». Pero existía una vía intermedia entre estos dos extremos, y cuando el crítico y traductor Ricardo Baeza entró en colaboración -como director artístico- con la actriz Irene López Heredia en diciembre de 1927, ambos pensaban evidentemente en este tercer camino: su plan de campaña sería dar «en un principio, comedias agradables, de público y, al mismo tiempo, de calidad literaria», y luego, sólo después de haber asentado sus bases, «ir dando cosas un poco más difíciles». Gracias a la prensa de la época, podemos seguir la pista de esta colaboración artística, desde la publicidad anterior al debut de la nueva compañía en Zaragoza (20 de diciembre de 1927), y trazar todo su itinerario provincial hasta la llegada a Barcelona para inaugurar la nueva temporada del sábado de Gloria (7 de abril de 1928). Además, ha sido posible reconstruir el repertorio de la compañía y calcular el número de representaciones de cada obra. Desafortunada pero comprensiblemente, la colaboración no prosperó: los conflictos entre Baeza y López Heredia, además de sus criterios divergentes, fueron motivo de su ruptura durante la temporada barcelonesa.