El presente artículo analiza los principales textos que con distintos intereses ideológicos funcionaron como iniciadores de un particular ensayismo filosófico organizacionista y anti-liberal en la Argentina desde espacios académicos y universitarios. Sus autores, Saúl Taborda (1885-1943), Homero Guglielmini (1903-1968) y Carlos Astrada (1894-1971) tuvieron una trayectoria teórica y política en buena medida común. Primero desarrollaron sus textos en términos nietzscheanos y soreleanos. Más tarde se interesaron en el romanticismo alemán y la obra de Heidegger. En este arco, desde la década de 1920 cuando estuvieron a cargo de incipientes revistas filosóficas y vanguardistas hasta el momento en que Astrada y Guglielmini se convirtieron de en dos de las más importantes plumas oficialistas del gobierno de Juan Domingo Perón, estos autores mantuvieron sus intereses anti-iluministas y anti-liberales, con los cuales se opusieron a los estudios históricos como modo de indagación. Frente a ellos, desarrollaron un ensayismo filosófico no histórico que el presente artículo periodiza y caracteriza en oposición al más estudiado revisionismo histórico. A diferencia de estos últimos, los filósofos no reaccionaron frente a las continuas olas inmigratorias, sino más bien a los proyectos políticos foráneos. Se enfocaron principalmente en la figura del gaucho, y no en la de Rosas, y propusieron una reivindicación no-católica del hispanismo. Pero, principalmente, ellos argumentaron contra el individualismo liberal y buscaron pensar herramientas teóricas a favor de un sujeto político colectivo.
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