Abstract
El desempeño de la función pública requiere de personas con un perfil personal y profesionaldeterminado. Sin embargo, “El político medio español es un analfabeto emocional que refleja narcisismo e ignorancia” (Fernández Berrocal, en Soteras, 2015); “El nivel de inteligencia emocional en la política española es escaso” (Peñate, en Soteras, 2015). A partir de estas afirmaciones, cabría preguntarse qué esperanza podría la ciudadanía acabar depositando en la política como medio para mejorar sus vidas y transformar la sociedad y en los políticos como sus hacedores. Por ello, es imprescindible aclarar si quienes han conseguido ejercer un liderazgo político y acabar siendo elegidos para ocupar un cargo público tras ganarse la confianza de sus conciudadanos, han sido capaces de hacerlo careciendo o no de inteligencia emocional. Siendo los ayuntamientos las instituciones más cercanas a la ciudadanía, cuyos representantes están más en contacto con los problemas de la vecindad y por tanto más expuestos al escrutinio social, cabe preguntarse si esa supuesta carencia emocional de los políticos ha podido pasar inadvertida para los votantes y si, en el caso de que así sea, dicho déficit pudiera lastrar las expectativas de que dichos representantes lleguen a ser capaces de desempeñar sus responsabilidades institucionales con alto grado de competencia desde el punto de vista moral. Nos planteamos el estudio de la inteligencia emocional y el liderazgo auténtico de una muestra representativa de personas dedicadas al desempeño público en el ámbito de los Ayuntamientos españoles de más de 50.000 habitantes, desde la psicología positiva y sus postulados.
Published Version (Free)
Talk to us
Join us for a 30 min session where you can share your feedback and ask us any queries you have