Abstract

Las actividades productivas, especialmente aquéllas con una implantación espacial significativa, vinculadas al territorio de manera inseparable, configuran un paisaje cultural. En muchos casos se ha llegado a modificar por completo el escenario natural creando uno nuevo. Un ejemplo de esa trasformación es el caso de la vitivinicultura en las tierras secas del oeste argentino. A partir de esta importante actividad, que caracteriza en parte a la citada región, la Fiesta de la Vendimia, constituye un bien cultural de escala nacional para Argentina. El objetivo del presente trabajo persigue identificar algunos rastros materiales y simbólicos presentes en el desarrollo de esta fiesta realizando una lectura integrada entre relaciones sociales y espacios —urbano y rural/vitivinícola—. Efectivamente se supone que el recorrido urbano promovido con el «Carrusel» y la «Vía blanca de las reinas» por la ciudad permite la lectura de estructuras socio-espaciales promovidas por el poder económico-político en el contexto de la fiesta. Al mismo tiempo, el recorrido resulta en su despliegue, ser dinamizador de un patrimonio agroindustrial y vitivinícola notable. La clave de la doble lectura, es el movimiento. De ese modo, el paisaje cultural se conforma de manera dialéctica, la ciudad convertida en escenario y fiesta, seña de identidad y fragmento de la memoria del trabajo proyectado en el territorio que adquiere sentido en la urbe.

Full Text
Published version (Free)

Talk to us

Join us for a 30 min session where you can share your feedback and ask us any queries you have

Schedule a call