AbstractHowell et al. (2003) argue that the Humphrey-Parkes (H-P) system of molt terminology is flawed because it requires using traditional first prebasic molt as the starting point for plumage succession that results in noncorrespondence between nomenclature and presumed homology in first basic plumages. However, the H-P system does not require this. Second, they argue that plumage color can be a misleading criterion for evaluating plumage homologies. I show, however, that the timing and extent of molts, and thus their homologies, can de documented more accurately by using plumage color than by not doing so. Howell et al. (2003) propose a revised H-P system. To follow their system, one must accept their notion that no first-cycle molts are homologous with prebasic molts in subsequent molt cycles. However, this is not so as many species have a molt in their first cycle that is homologous to definitive prebasic molt. In addition, Howell et al.'s (2003) system does not offer any new or better criteria for identifying homologies than those suggested by Humphrey and Parkes (1959) and, thus, is not an improvement on the H-P system. First-cycle molts and plumages of most birds are poorly known. Therefore, we will not have sufficient data to determine whether new molts have been evolutionarily added to the first cycle, as suggested by Howell et al. (2003), until the molts of many more species of birds are studied. Further, these studies must be done on closely related species, not phylogenetically distant ones as proposed by Howell et al. (2003).Determinación de las Homologías Evolutivas de la Muda y el Plumaje: Un Comentario sobre Howell et al. (2003)Resumen. Howell et al. (2003) aducen que el sistema Humphrey-Parkes (H-P) de terminología para la muda es erróneo porque requiere utilizar la primera muda prebásica como el punto de partida para la sucesión del plumaje, lo que resulta en falta de correspondencia entre la nomenclatura y las presuntas homologías en los primeros plumajes básicos. Sin embargo, el sistema H-P no requiere esto. Segundo, ellos argumentan que el color de plumaje puede ser un criterio engañoso para evaluar las homologías del plumaje, pero yo demuestro que el momento y la extensión de las mudas, y por tanto sus homologías, pueden documentarse con mayor exactitud utilizando el color del plumaje que no haciéndolo. Howell et al. (2003) proponen un sistema H-P revisado que implica aceptar su noción de que ninguna de las mudas del primer ciclo es homóloga con mudas prebásicas de ciclos de muda subsiguientes. Sin embargo, esto no es así, pues muchas especies tienen una muda en su primer ciclo que es homóloga a la muda prebásica definitiva. Adicionalmente, el sistema de Howell et al. (2003) no ofrece criterios nuevos o mejores para identificar las homologías que aquellos sugeridos por Humphrey and Parkes (1959), por lo que no representa un mejoramiento del sistema H-P. Las mudas y los plumajes del primer ciclo de la mayoría de las aves son poco conocidos. Por lo tanto, hasta que no se estudie la muda en muchas más especies de aves, no tendremos suficientes datos para determinar si nuevas mudas se han adicionado evolutivamente al primer ciclo como Howell et al. (2003) sugirieron. Más aún, dichos estudios deben hacerse en especies estrechamente relacionadas, no en aquellas filogenéticamente distantes como Howell et al. (2003) propusieron.