Resumen A partir de los artículos de Richard Hofstadter, sabemos que un estilo defensivo y hasta paranoico ha impregnado de vez en cuando a la política norteamericana. Murray Edelman y Michael Rogin han desplazado la postura psicológica de esta terminología hacia una de tono político, enfocándose en cómo la noción de la construcción de un espectáculo político puede incitar histeria y paranoia para atraer la atención pública y, al hacerlo, construir una securitización que expanda los poderes ejecutivos del Estado. Rogin describió cómo el discurso político norteamericano ha enfatizado estrategias antisubversivas en la construcción de enemigos: por ejemplo, contra pueblos indígenas, comunistas y la URSS y, más recientemente, migrantes ilegales y terroristas quienes han infiltrado, supuestamente, el país. Sin embargo, las implicaciones de estas políticas han sido raramente expandidas a la política trasnacional o internacional. El objetivo amplio de este artículo es conectar la configuración de la política mundial contemporánea con ramas interesantes de la investigación sociológica que provienen del estudio crítico de la política norteamericana. Más específicamente, el autor argumenta que la compilación de listas de alerta a partir de bases de datos trasnacionales construye la criminalización de los viajeros como migrantes ilegales y peligrosos, mientras que afecta también a todo aquel que use servicios informáticos en la nube. Los Estados usan un estilo paranoico para oponer la soberanía nacional contra sus obligaciones internacionales. Las prácticas de cada país en este aspecto constituyen una variación distintiva de la tendencia hacia la Vigilancia Global Preventiva (GPS por sus siglas en inglés) que, según la mirada del autor, se ha convertido en una forma contemporánea de un proceso trasnacional de (in)seguridad, es decir, un proceso que entrega inseguridad a través de herramientas tecnológicas destinadas a proveer seguridad. Para sostener este argumento, el artículo muestra cómo la emergencia de listas globales de alerta está reorientando a las tecnologías de bases de datos para servir a los fines de la vigilancia electrónica masiva. Los gobiernos justifican la vigilancia masiva, a pesar de su estatus ilegal en muchos países, alegando que si todo el mundo lo está haciendo, no puede ser ilegítimo. Una deformación paranoica de la política trasnacional basada en el malestar y el miedo es entonces instrumentalizada en el nombre de la soberanía, la seguridad, la ciudadanía y la identidad nacional. Las listas de alerta, en la visión del autor, son una manifestación concreta del desarrollo, por profesionales de la seguridad, de un intercambio trasnacional de acciones de miedo, que pretende enfocarse en migrantes y controles fronterizos pero que tiene mucho más que ver con fomentar estrategias antisubversivas domésticas que con servir como una respuesta efectiva frente a las amenazas.