Identification of problems associated with kidney transplantation in small weight children is an essential step toward improving graft function and patient survival. This study comprised 63 renal transplant children weighing 25 kg or less at time of renal transplantation. All children have received living-donor renal allotransplant between December 1984 and March 2009. These children were retrospectively evaluated regarding their survival, grafts survival as well as associated risk factors. Our patient and graft survival rates at 1, 5 and 10 years were (98.4%, 96.8%, and 96.8%) and (94.9%, 82.6%, and 58.4%), respectively. Significant better graft survival was obtained in cases with non-glomerular etiology of the end-stage renal disease, pre-emptive transplantation and when the aorta was used for arterial vascular anastomosis. Significant worse graft survival was documented among those who experienced pre-transplant hypertension, pre-transplant blood transfusion, post-transplant acute rejection, chronic rejection, hypertension and graft obstruction. The outcome of live donor renal transplantation in children weighing 15–25 kg in our locality as a developing country is comparable to other reports. Better graft survival rates might be obtained by adopting pre-emptive transplant policy, avoiding pre-transplant blood transfusions, using aorta for arterial vascular anastomosis in addition to adopting recent tacrolimus-based immunosuppressive regimens that is associated with reduced incidence of post-transplant acute rejection and graft dysfunction. La identificación de los problemas asociados con el trasplante de riñón en niños de bajo peso corporal es un paso esencial para mejorar la función del injerto y la supervivencia de los pacientes. El presente estudio incluyó a 63 pacientes sometidos a un trasplante de riñón cuyo peso era ≤25 kg en el momento del trasplante renal. Todos habían recibido un alotrasplante renal de donante vivo entre diciembre de 1984 y marzo de 2009. Estos niños se valoraron retrospectivamente con respecto a la supervivencia, supervivencia del injerto, al igual que factores de riesgo asociados. Las tasas de supervivencia de nuestros pacientes y del injerto a los 1, 5 y 10 años fueron del 98,4%, 96,8% y 96,8%, y del 94,9%, 82,6% y 58,4%, respectivamente. Se obtuvo una supervivencia del injerto significativamente mayor en los casos sin etiología glomerular de la nefropatía terminal, trasplante preferente y cuando se usó la aorta para la anastomosis vascular arterial. Entre los niños que experimentaban hipertensión pretrasplante, se sometieron a transfusión de sangre pretrasplante, experimentaron rechazo agudo postrasplante, rechazo crónico, hipertensión y obstrucción del injerto, se documentó una supervivencia del injerto significativamente más breve. El desenlace del trasplante renal de donante vivo en niños cuyo peso corporal es de 15–25 kg en nuestro centro en un país en vías de desarrollo es comparable al descrito en otras publicaciones. Además de adoptar las pautas inmunosupresoras recientes basadas en tacrólimo, que se asocian con una disminución de la incidencia de rechazo agudo postrasplante y disfunción del injerto, pueden obtenerse mayores tasas de supervivencia del injerto adoptando una política de trasplante preferente, evitando las transfusiones de sangre pretrasplante, utilizando la aorta para la anastomosis vascular arterial.