Abstract

Estudios previos (Butendieck et al., 1991), sugirieron la posibilidad de lograr 12.360 kg de leche ha-1 a partir de pasturas permanentes regadas, de ryegrass y trébol blanco. Para comprobar esta hipótesis, 9 ha de praderas se subdividieron en 18 potrerillos y se manejaron como un sistema lechero cerrado. Se usaron vacas frisonas, 50% con parto de otoño y 50% de primavera. Se pastoreó en forma rotativa, primero con vacas en lactancia, seguido por las vacas secas y a partir de mayo entraron a galpón. Durante 90 a 100 días las vacas se mantuvieron en estabulación completa alimentadas con ensilaje de ballica trébol blanco, heno y concentrado. Así fue durante las dos primeras temporadas y en las tres siguientes, 8 de las nueve hectáreas se subdividieron por la mitad y aleatoriamente una mitad se pastoreó durante el invierno y la otra no. La pastura se fertilizó a fines de julio con 32 kgN, 60 kgP2O5, 30 kgK2O y 16 kg adicionales de N en diciembre. Además, se aplicaron 10 toneladas de estiércol descompuesto ha-1 a 1/3 de la superficie en marzo de cada año. La producción promedio en cinco temporadas fue 12.590 kg ha-1 con una carga promedio de 2,3 U.A. ha-1. Como alimento extrasistema se usaron 124 g de concentrado por kg de leche. La eficiencia reproductiva fue 81,3% y la tasa de reemplazo 24,3%. El rezago invernal generó una diferencia promedio de 12,8% en favor de las praderas rezagadas durante el invierno

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