Abstract

Los seres humanos usamos de manera diferente la naturaleza, y esto define las prácticas culturales en ecosistemas y tiempos históricos diversos. Las comunidades campesinas vienen habitando los páramos de Colombia desde hace más de 150 años. Históricamente, estas comunidades han sido acusadas de ser depredadoras y contaminadoras, pero recientemente han identificado prácticas sostenibles destinadas a la satisfacción de sus necesidades básicas que usan un mínimo de los elementos de su ecosistema. Esto contrasta con las prácticas extractivistas y de infraestructura para el turismo que dañan estos frágiles ecosistemas. La protección de los derechos del campesinado puede contribuir significativamente a la protección de los páramos; de ahí la idea de que existe una compatibilidad entre la presencia campesina y la conservación de ecosistemas esenciales para la vida.

Full Text
Published version (Free)

Talk to us

Join us for a 30 min session where you can share your feedback and ask us any queries you have

Schedule a call