Hay diversas maneras de entender la traducción. Una de ellas tiene que ver con el aspecto de lo que se dice y cómo se dice en lenguas distintas. No obstante, como un problema filosófico, la traducción puede percibirse de diversas maneras y con implicaciones de diversa índole, vinculando el lenguaje con las formas de pensar, con las formas de actuar, entre otras. Desde esta perspectiva, se procurará ampliar este problema que ya identifican los autores en el propio Manifiesto en el sentido de dicho documento puede universalizarse. Si bien el Manifiesto busca dar cuenta, a partir de cinco principios, de la forma en la que nos podemos aproximar al fenómeno educativo, lo que se busca problematizar en este texto es la posibilidad de generalización del Manifiesto desde un contexto específico en el que ha sido escrito y pensado, digamos una tradición específica, y su posibilidad o imposibilidad de ser llevado hacia otras tradiciones o inclusive otros ámbitos de educación.Si bien el Manifiesto es un documento importante ya que pone en tensión diferentes problemáticas que han sido abordadas desde lo que los autores denominan la tradición anglófona/analítica de filosofía de la educación, se pondrá en evidencia, usando como ejemplo, el hecho de analizarlo desde la filosofía de la educación en lengua española, lo cual es un problema de suyo, pero que vincula la forma en que esta pretensión de universalización puede ser un límite a la propia propuesta. Si bien lo que pretenden los autores del Manifiesto busca expresamente el diálogo, tal vez éste pueda ser repensado en otras lógicas o desde otras perspectivas que no habían sido pensadas, como es el contexto de la filosofía o el pensamiento en castellano y las implicaciones que tiene para el estudio de los fenómenos educativos.