Durante el año 1994-1995, dos cultivares de habichuelas, Arroyo Loro y DOR 364, y cuatro líneas 9443-1, 9443-8, 9443-33 y 9226-17, se intercalaron una o dos veces dentro de un ciclo de siembra de plátanos en la subestación de Corozal, EEA-UPR. La primera siembra de habichuela intercalada se estableció al momento de la siembra de los plátanos, obteniéndose una buena producción. La segunda siembra de habichuela intercalada se estableció dos meses antes de terminar la cosecha de plátanos, obteniéndose un rendimiento menor que en la primera siembra. A los seis meses después de la siembra, las plantas de plátanos no intercalados eran significativamente más altas que las plantas de los plátanos intercalados. Sin embargo, 12 meses después de la siembra no había diferencia significativa. Además, no hubo diferencias entre los plátanos intercalados y no intercalados en el diámetro del pseudotallo ni en el número de hojas de plátanos. El rendimiento del plátano no se afectó por el intercalado. El mayor ingreso neto ($7,646/ha) se obtuvo en el primer ciclo de la habichuela línea 9443-1 intercalada una vez con plátano. Este ingreso neto representa una ganancia adicional de $4,894/ha sobre el ingreso neto del plátano en monocultivo.
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