El objetivo de este trabajo es valorar la presencia del sector comercial minorista en la ciudad de Santiago de Chile a fines del siglo XVIII, como observatorio de la inserción de esta sociedad en el proceso de modernización del consumo y, con ello, de sus condiciones de vida durante este periodo. La metodología consiste en agregar los segmentos de comercio formalizados al interior del espacio urbano santiaguino a través del uso de fuentes tributarias rescatadas de la reformada administración de alcabalas en esta capital. Los resultados de este examen demuestran: i) la significativa presencia de seis segmentos de comercio minoristas operando regularmente y con una clara diferenciación de su oferta de bienes y servicios; ii) la articulación de este retail con sectores productivos, canales de comercio mayoristas y obrajes capitalinos a través del flujo de bienes y; iii) la alta dispersión de los establecimientos minoristas para cubrir la demanda urbana, en línea con la expansión del trabajo asalariado en Santiago. Tales hallazgos sobre parte de la estructura y funcionamiento de este comercio interno sugieren matizar aquella noción acerca de la precariedad del mercado urbano chileno a fines del siglo XVIII, sobre todo, al comparar esta evidencia conotras economías regionales contemporáneas.