La demencia precoz o esquizofrenia, psicosis frecuente en la edad juvenil y condicionada fundamentalmente por factores hereditarios, se distingue por aparecer sin causa exterior notoria y manifestar un conjunto especial de síntomas orgánicos y mentales. Entre los últimos se encuentran algunos característicos. De ahí el interés del estudio psicopatológico de esta psicosis. Las manifestaciones psicopatológicas más importantes de la esquizofrenia Son las siguientes: 1° En el campo de la actividad perceptiva: la impresión de extrañeza del mundo, las pseudopercepciones de la sensibilidad corporal, las alucinaciones o pseudoalucinaciones verbales y verbomotrices, sobre todo el pensamiento que se hace sonoro, el eco del pensamiento, las voces dialogantes y las de comentario de la propia acción. En general, las pseudopercepciones genuinamente esquizofrénicas se distinguen por ser experiencias que el sujeto vive sin asimilarlas en su existir autónomo. 2° En materia de pensamiento: la disgregación, la forma precategorial (simbolismo arcaico, autismo, participación en el ser ajeno), los pensamientos hechos, la substracción, la publicación y el bloqueo del pensamiento y las delusiones o delirios primarios (por falla directa del juicio, estableciendo relaciones sin motivo). En conjunto, el pensamiento esquizofrénico se puede caracterizar así: descabal el contenido concreto, frustráneo el aliento de la función activa, impersonal y mediata la substancia primaria. 3° El sentimiento se apaga hasta el vacío afectivo con alguna frecuencia y manifiesta anormalidades cualitativas como las siguientes: ambivalencia, sentimientos de (falsa) anafectividad, de imposición, de privación etc. 4° En materia de instinto, lo más significativo es la emergencia de obscuras fuerzas titánicas a la vez que la reanimación desconcertada de actitudes afectivas y valorativas del pasado personal, manifestándose las infantiles no como infantiles e inocentes sino, adulteradas, como actuales y perversas, a causa de que la conciencia del adulto enfermo reacciona con una mezcla de malicia y grosería, mezcla anexa al espíritu conmovido y violentado en su inserción existencial por la sexualidad desatada. 5° La acción en la esquizofrenia tiene como desviaciones relevantes: actos impulsivos, estereotipias, amaneramiento, estupor, ambitendencia, negativismo, ecopraxia, fenómenos catatónicos etc. 6° La conciencia del yo muestra una alienación del albedrío casi específica de la esquizofrenia, que puede llegar a la completa despersonalización y a la parálisis del yo. 7° La personalidad pierde su unidad y su perspectiva de valores, de motivos eficaces y evidentes: la objetividad espiritual perenne es sustituida por el capricho subjetivo que cambia con el instante y no se funda en nada. Los desórdenes de la memoria, de la atención, de la conciencia, salvo la impotencia del acto intencional, son raros y poco característicos; los de la conciencia del tiempo son mal conocidos todavía. La esquizofrenia no es una entidad nosológica sino un tipo clínico, con varias formas, susceptible de convertirse en un grupo de psicosis semejantes. Su diagnóstico diferencial tiene tres frentes: 1° el de la psicosis orgánicas de origen conocido, en que pueden presentarse cuadros clínicos con síntomas esquizofrénicos y aún "pseudoesquizofrenias" o "esquizofrenias sintomáticas"; 2° el de las psicosis de origen desconocido, sobre todo la psicosis maníaco-represiva; 3° las neurosis o reacciones pseudoesquizofrénicas, que aparecen en personalidades anormales o predispuestas. De las primeras difiere por la carencia de etiología manifiesta, de las segundas por la diversidad del cuadro de conjunto y la evolución, de las últimas en que no es comprensible en relación con las vicisitudes exteriores y la personalidad premórbida.