Predation by jaguars ( Panthera onca ) and pumas ( Puma concolor ) is often a source of conflict with cattle ranching in northeastern Sonora, Mexico. Because jaguars are endangered in Mexico, such conflicts have biological, social, and economic consequences. We documented the extent of predation by jaguars and pumas on cattle in 1999–2004 in northeastern Sonora, where the northernmost breeding population of jaguars exists in North America. Jaguars and pumas killed only calves < 12 mo old, and calves constituted 58% of prey biomass consumed by jaguars and 9% by pumas. Annual cause-specific mortality rates of confirmed jaguar predation (≤ 0.018), confirmed and suspected jaguar predation (≤ 0.018), and all confirmed and suspected large felid predation (≤ 0.018) were low and cattle calf survival was high (0.89–0.98 annually). If calves reported as missing but for which no evidence of mortality could be found were classed as large felid predation, annual cause-specific rates increased to 0.006–0.038. Collectively, confirmed jaguar and puma predation accounted for < 14% (57/408) of total cattle losses, with jaguars responsible for 14% of all calf losses; this could increase to a maximum of 36% (146/408) if missing calves were included in the totals. While jaguar and puma predation may have an impact on some small cattle operations, it is generally minor compared to losses from other causes in northeastern Sonora. Moreover, 91% of all confirmed calf kills were associated with three individual jaguars in our study. Targeting problem cats rather than broad-scale predator control may therefore be a viable alternative to address chronic predation problems. Because most (83%) instances of jaguar predation occurred during the dry season along thick riparian habitats, modified cattle husbandry operations, such as establishment of permanent water sources in uplands and away from dense vegetative cover, could ameliorate many cases of predation by jaguars on cattle. La predación por jaguares y pumas es a menudo fuente de conflicto con ganaderos en el Noreste de Sonora, México. Debido a que los jaguares están en peligro de extinción en México tales conflictos tienen repercusiones biológicas, sociales y económicas. Documentamos el grado de depredación en ganado por jaguares y pumas de 1999 al 2004 en el noroeste de Sonora, donde existe la población reproductiva de jaguares localizada más al norte en la región de Norte América. Los jaguares y pumas matan becerros de menos de 12 meses de edad, y los becerros constituyen el 57% de la biomasa de las presas consumidas por jaguares y 9% por pumas. La mortalidad anual por causas especificas debida a la depredación confirmada (≤ 0.018), por los jaguares y la asumida (≤ 0.018), y así como toda la confirmada y asumida de los felinos (≤ 0.018), fue baja y la sobrevivencia de los becerros fue alta (0.89–0.98 anualmente). Si los becerros se reportaban como perdidos pero no se encontró evidencia de la mortalidad se clasificaron como depredación anual de de los felinos, así, la tasa de la causa específica anual se incrementó de 0.006–0.038. Colectivamente, (como grupo) la predación confirmada por jaguares y pumas contó < 14% (57/408) de la pérdida total de ganado, con los jaguares responsables del 14% de todas la pérdidas de los becerros; esto se podría incrementar a una máximo de 36% (146/408) si los becerros perdidos se incluyeran en los totales. Aunque la predación de jaguares y pumas quizá tengan un impacto en algunas operaciones ganaderas pequeñas, esta pérdida es generalmente menor comparada con pérdidas debidas a diferentes causas en el noroeste de Sonora. Además, 91% de las muertes confirmadas de becerros se asociaron con tres jaguares en nuestro estudio. El enfocarse en los felinos problemáticos, en lugar de llevar a cabo un control general de predadores podría ser una alternativa viable para manejar los problemas crónicos de la predación. Debido a que en la mayoría (83%) de las instancias la predación de los jaguares ocurrió durante la época de sequía cerca de las zonas rivereñas, la modificación del manejo del ganado, tal como el establecimiento de fuentes permanentes de agua en zonas alejadas de las zonas rivereñas y de la densa vegetación, podría disminuir la predación del jaguar hacia el ganado.
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