La falta de inclusión dentro del actual modelo de crecimiento económico global adoptado por la mayoría de países del mundo, se evidencia por la creciente brecha que se está generando entre ricos y pobres, este modelo económico capitalistaliberal, que privilegia al mercado sobre todas las cosas, alienta la lucha por una mayor competencia y la realización de transacciones financieras especulativas de mayores rendimientos desalentando producir bienes o brindar servicios que son esenciales para la vida, donde el capitalismo se ha convertido en una plutocracia, es decir, en una oligarquía donde se concentran grandes cantidades de dinero que además ostentan el poder político mundial. Según instituciones e investigadores de reconocido prestigio, indican que hay una desmedida ambición del 1% de la población mundial que no tiene reparos en condenar a la pobreza al 99% restante; indican que las 225 personas más ricas del mundo tienen un patrimonio que sumado superan el ingreso anual del 47% más pobre de la población, es decir cuentan con un ingreso equivalente a los ingresos de 2,500 millones de habitantes. Establecen que la máxima concentración de dinero se da en el capital financiero, específicamente en el sistema bancario global, el cual posee 60 veces más dinero que los propietarios del resto de negocios, fábricas, industrias de bienes y de otros tipos de servicios. Sin embargo hay que reconocer también que según información confiable, la pobreza actualmente no llega al 13% de la población mundial, cuando hace tan solo 140 años esta llegaba al 85%, lo cual podría estarnos indicando, que el aumento de las brechas mencionadas, es una preocupación exagerada. La liberalización económica ha permitido que nuestro país crezca a tasas líderes en forma sostenida en los últimos 10 años y que además, entre inicios de los 80 y mediados de la primera década de este siglo, China ha logrado sacar a más de 500 millones de personas de la pobreza y que India, el segundo país más poblado del mundo, reduzca su porcentaje de pobreza a la mitad. Otros indican que la causa de esta creciente brecha entre ricos y pobres es el desarrollo tecnológico el cual está ganando la carrera frente al capital humano y las habilidades organizacionales. Esta situación de distanciamiento entre ricos y pobres es insostenible en el tiempo, porque generan problemas de gobernabilidad. Si consideramos que el poder es la capacidad de controlar recursos, en consecuencia son los ricos quienes concentran el poder político mundial, lo que ha motivado y seguirán produciendo protestas y movimientos como de los “indignados” , “la primavera árabe” en el mundo, que quieren revertir estas grandes desigualdades e inequidades. La desigualdad en los ingresos y su consecuente creciente brecha entre ricos y pobres es motivo de preocupación y de diversos estudios de investigación para identificar un correcto diagnóstico y acertar en sus soluciones, dado que son muchas las variables monetarias y no monetarias cuya interrelación de efectos globales es muy difícil de analizar. Es por este motivo que en este artículo se revisan algunos aspectos históricos considerados relevantes en el actual contexto global, como la importancia del Banco Central Norteamericano, la existencia del dinero fiduciario, la China de hoy y su roll en la antigua confrontación ideológica entre el MERCADO y LA PLA NIFICACIÓN CENTRAL, la actual y progresiva desregulación bancaria del país central, la receta de la doctrina económica del Consenso de Washington, los desbalances globales, la inflación y las burbujas financieras, que explicarían las actuales consecuencias y situación del sistema monetario y financiero global en la que nos encontramos involucrados todos, planteándose algunas alternativas de solución, en sus efectos sobre la economía real y el bienestar social, como la necesidad de una mayor toma de conciencia colectiva global sobre la economía del bien común, a través de la necesidad de la coerción mutua a fin de lograr socializar adecuadamente los egoísmos, evitando una descivilización.
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