Veinticuatro vacas cruzadas con sangre Holstein, las cuales produjeron diariamente no menos de 30 libras de leche durante un período preliminar de 30 días, se sometieron a dos tratamientos: 1, El tratamiento testigo que consistió en pastoreo en yerba Pangola debidamente abonada, suplementada con un alimento comercial con un 20 por ciento de proteína bruta; y 2, el tratamiento experimental que consistió en confinar las vacas y alimentarlas a discreción con una ración completa con un 22.5 por ciento de bagazo de caña molido y un 77.5 por ciento de concentrados, minerales y un suplemento vitamínico. Durante el período preliminar, las vacas testigo y las que se sometieron a un tratamiento experimental produjeron diariamente un promedio de 42.9 y 40.1 libras de leche, respectivamente. Las cifras correspondientes al período de comparación fueron las siguientes: Durante los primeros 30 días de dicho período, cuando ocurría la lactación máxima, 43.8 y 42.0 libras; durante los siguientes 175 días, cuando ocurría un descenso en la lactación, 35.3 y 31.6 libras; y durante el período completo de los 205 días, 36.5 y 33.1 libras, respectivamente. Ninguna de las diferencias entre los tratamientos fue significativa estadísticamente al ajustar los datos mediante el análisis de covarianza, cuando se usaron los datos del período preliminar como variable independiente. Las vacas del grupo bajo el tratamiento experimental consumieron diariamente un promedio de 36.1 libras de la ración completa y necesitaron 1.09 libras de esta ración por cada libra de leche que produjeron. El contenido promedio de proteína fue significativamente (P < .01) mayor en la leche de las vacas bajo el tratamiento experimental que en la del tratamiento testigo (3.55 contra 3.18 g./100 ml.). Los promedios en cuanto al porcentaje de grasa en la leche fueron 3.07 y 3.28, y en cuanto a los sólidos-no-grasos 8.33 y 8.34, bajo los tratamientos testigo y experimental, respectivamente. La ganancia diaria promedio en peso vivo fue de 0.52 y 0.56 libra en las vacas de los grupos bajo los tratamientos testigo y experimental, respectivamente. Basándose en un costo de $3.58 y $4.41 por cada 100 libras de la ración completa y la mezcla comercial de alimento concentrado, respectivamente y $0.34 por cabeza por día de pastoreo, y en un ingreso de $7.80 por cada 100 libras de leche producida, se hicieron los siguientes estimados bajo los tratamientos testigo y experimental, respectivamente: Costo total de la alimentación por vaca por día, $1.16 y $1.29; ingreso diario por concepto de la leche producida, $2.85 y $2.58; ingreso después de deducir el costo de la alimentación, $1.69 y $1.29; y costo de la alimentación para producir 100 libras de leche, $3.18 y $3.90. En cuanto a las respuestas de las vacas en términos de producción no se encontró evidencia en contra de la hipótesis de nulidad, de que el tratamiento bajo evaluación no era superior al tratamiento testigo. A pesar de que no se obtuvieron suficientes datos sobre costos e ingresos para analizarse estadísticamente, los promedios favorecieron el tratamiento testigo. Los resultados enf atizan la indispensabilidad de obtener un alto promedio de producción de leche (por lo menos 40 libras diarias por vaca) para que la ración completa pueda competir en términos económicos.