Actualmente, los problemas de conducta siguen siendo un tema de preocupación social debido a la multitud de consecuencias negativas que llevan asociados, tales como bajo rendimiento académico, mayor riesgo de deserción escolar, el rechazo de los compañeros, y la disminución de la motivación. Una extensa literatura sugiere una relación inversa entre las funciones ejecutivas y la conducta agresiva en los seres humanos, es decir, altas puntuaciones en los problemas de conducta coinciden con bajas puntuaciones en las pruebas de funcionamiento ejecutivo. A pesar de que la conducta agresiva se desarrolla en la primera infancia, son pocos estudios sobre funciones ejecutivas los que se han realizado en niños en edad preescolar con problemas de comportamiento. Por esta razón, la presente investigación pretende: conocer la relación entre funciones ejecutivas y los problemas de conducta en los niños y niñas del tercer curso de Educación Infantil. En el presente estudio participaron 204 alumnos/as (116 niños y 88 niñas) de 5 años de edad, matriculados en el tercer curso de Educación Infantil, en un centro concertado de la provincia de Granada. Igualmente participaron los padres y madres del alumnado. Los resultados indican que altas puntuaciones en problemas de conducta se relacionan con puntuaciones bajas en funciones ejecutivas. En conclusión, mucha literatura sugiere un vínculo entre la conducta agresiva y los déficits en las funciones ejecutivas, aunque estas diferencias no son consistentes en todos los estudios. Por tanto, seria interesante realizar estudios longitudinales que permitan analizar con mayor precisión el impacto de las funciones ejecutivas en los problemas de conducta.
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