El ejercicio de la paternidad se haya condicionado por los rasgos de personalidad de los progenitores (Desjardins, Zelenski Coplan, 2008; Lomanowska, Boívin, Hertzman Fleming, 2017). Las primeras huellas en la literatura científica que describen esta realidad podemos encontrarlas en el trabajo de Belsky (1984). Alude a la influencia de las características personales de los progenitores en los estilos educativos (Prinzie, Stams, Dekovic, Reijntjes Belsky, 2009). Vondra, Bittman y Belsky (2008) relacionan personalidad y paternidad por medio de tres dimensiones: diferenciación psicológica parental, afecto negativo y trastorno psicológico. Defienden que la habilidad para la crianza se verá modulada por la personalidad y ajuste exhibido por los progenitores. De este modo, ciertos rasgos de personalidad, tales como la psicopatía parental o emocional negativa, condicionan la apreciación de problemas conductuales en la infancia (Angelini, Klijs, Smidt Mierau, 2016; Desjardins, Zlenski Goplan, 2008; Lomanowka, et al., 2017; Oliver, Wright Coffman, 2009). De hecho, se ha encontrado que las características personales maternas predicen comportamientos infantiles. El bienestar psicológico de las madres correlaciona con los problemas en el desarrollo de sus hijos/as (Camsranesi, 2016; Nikolaev, Baranova Petunova, 2016). En esta investigación hemos analizado las relaciones existentes entre los rasgos de personalidad parental en el desarrollo del apego y la aparición de problemas de conducta. Para ello hemos utilizado distintas pruebas psicométricas objetivas validadas y comercializadas. A la vez, como se indica en la literatura, para la medición del apego en las edades establecidas en la investigación, hemos utilizado una prueba proyectiva. Los resultados obtenidos en el centro educativo evaluado nos ratifican y verifican una muy alta correlación en el triángulo tipo personalidad parental, configuración del apego y problemas de conducta.