Se cuestiona el papel acrítico que ha asumido la escuela al alejarse de la realidad regional y se plantea la necesidad de resarcir esta relación. Para ello se propone la configuración de currículos narrativos regionales que respondan a condiciones, procesos y relaciones in situ; reconociéndose el valor pedagógico de las narrativas escolares al colocar en el centro del proceso educativo las preocupaciones/problemas, afectos y condiciones de los personajes involucrados en cada narración. Al narrar sus experiencias, los actores escolares (docentes, estudiantes, madres/padres de familia, comunidad/región) develan los significados culturales, posiciones, relaciones de poder, conflictos y sentidos que definen las acciones en un contexto regional, dejando al descubierto los ejes que dan sentido a un currículo alternativo. Para explicar la propuesta que posibilita transitar de un currículo técnico a un currículo narrativo regional, en la primera parte del artículo se expone el carácter regional y el valor pedagógico de las narrativas escolares; en la segunda, los componentes y ámbitos involucrados en la configuración curricular: el gubernamental, relativo a la política educativa; el escolar, referente a la praxis escolar; el familiar, que se produce/transforma de diversas formas; y, el regional, que alude a los significados culturales que distinguen a una región de otras.