Objetivo: describir los patrones agrícolas y dietéticos de hogares con niños desnutridos en dos comunidades indígenas de distintos niveles socioeconómicos para identificar áreas específicas de enfoque para intervenciones en el futuro. Metodología: se realizaron encuestas en 25 hogares de cada comunidad. Las encuestas incluyeron recuentos dietéticos, un cuestionario de inseguridad alimentaria y un inventario de cultivos. Resultados: a pesar de diferencias en pobreza, educación materna y prevalencia regional de desnutrición, no hubo mayores diferencias entre las dos muestras en cuanto a la inseguridad alimentaria, los patrones dietéticos o los patrones agrícolas. En Tecpán y San Andrés Semetabaj, respectivamente, el 72% y el 64% de los niños cumplieron con el estándar de dieta mínima aceptable de la Organización Mundial de Salud a pesar de padecer de desnutrición crónica, evidenciada por un retraso de crecimiento lineal. Las bebidas azucaradas se consumieron frecuentemente por los niños y por las mujeres. Las verduras ancestrales fueron cultivadas y consumidas en ambas comunidades, pero por una minoría de hogares. En total, los cultivos más cultivados fueron los chiles (38% de los hogares), el güisquil (30%), la arveja (24%), la hierba mora (20%) y el quilete (14%). Limitaciones: las muestras eran de conveniencia y no permitieron comparaciones entre hogares con y sin desnutrición crónica ni una generalización de los resultados. Las evaluaciones omitieron cantidades de alimentos consumidos y prácticas de ganadería. Conclusiones: tomando en cuenta los hallazgos del estudio, proponemos que las intervenciones se enfoquen en la agricultura indígena contemplando los conocimientos agrícolas ancestrales que aún existen en las comunidades, en opciones nutritivas para reemplazar los alimentos industrializados y nutricionalmente deficientes que han influido en las comunidades y en otros factores aparte de la dieta incluso las condiciones higiénicas, las condiciones de vida, la pobreza y la agricultura comercial.