Antecedentes y Objetivos: La fragmentación del hábitat y otras alteraciones humanas pueden causar la pérdida de fertilidad del suelo, erosión y la pérdida de biodiversidad, entre otras; sin embargo, la información en zonas áridas es limitada. El objetivo de este trabajo fue determinar los efectos de un gradiente de disturbio en la composición de especies en dos tipos de vegetación en un ecosistema semi-árido del centro de México.Métodos: Se seleccionaron seis zonas de estudio diferentes en la zona de Cerro Colorado, tres de matorral xerófilo y tres de bosque tropical caducifolio. Se determinó la diversidad genérica y específica utilizando 10 cuadrantes (un total de 60), localizados al azar, durante los meses de mayo-junio de 2011. Se generó un índice de perturbación basado en las actividades que se registraron en la región como pastoreo y tala, entre otros. Las áreas de alto, medio y bajo disturbio se identificaron en el matorral xerófilo y bosque tropical caducifolio.Resultados clave: Los resultados mostraron que el bosque tropical caducifolio es más diverso que el matorral xerófilo, además de que es posible utilizar a los arbustos Cnidoscolus tehuacanensis y Mimosa luisana como indicadores, ya que se encontraban en lugares con altos niveles de perturbación. Por otro lado, en el bosque tropical caducifolio, tres géneros (Thevetia, Acacia y Bursera) presentan altas abundancias relativas en lugares conservados, mientras que en el matorral xerófilo solo uno (Parkinsonia) tiene este patrón.Conclusiones: De los resultados se puede inferir que en hábitats semiáridos del Centro de México las actividades antropogénicas juegan un papel importante en la diversidad florística, ya que facilitan el establecimiento de algunas plantas nativas que pueden ser consideradas como colonizadoras. Estas pueden ser utilizadas como indicadoras de los disturbios con la finalidad de determinar la viabilidad de hábitat para otros taxa.