Movimiento:La cubanización del Hip Hop Alejandro Vallellanes Cauthorn Short Radiography of Hip Hop in Cuba. Dirigido y producido por Ricardo Bacallao. Bacallao en Puerto Film, 2004. Aprox. 21 min. Uno de los fenómenos más interesantes dentro del rap del mundo de habla hispana es la escena de hip hop subterráneo en Cuba. Quizás por el aura de lo desconocido y lo prohibido, el rap cubano se ha convertido en el blanco de un sinnúmero de documentales, ensayos y estudios sociológicos, tanto de propios cubanos como de extranjeros. Aún no he conocido escena de hip hop nacional (de habla hispana) con tantos documentales como lo es la de Cuba, como por ejemplo Inventos (2005) y Calle Real 70 (2008). Uno de ellos es la modesta producción [End Page 244] independiente que es el objeto de la presente reseña: A Short Radiography of Hip Hop in Cuba, por Ricardo Bacallao. Este documental explora las maneras en la que los jóvenes afro-cubanos se apropian del imaginario transnacional del hip hop para encuadrar demandas y estrategias políticas locales. Las redes trasnacionales del rap constituyen un vehículo por el cual la juventud afro-cubana negocia con el estado y construye estrategias para la supervivencia en las circunstancias difíciles del llamado período especial de los últimos 18 años. Atraídos por la política nacionalista negra de ciertos raperos afro-americanos que han acuñado el término de rap conciente o alternativo, los raperos cubanos ofrecen críticas fuertes a la globalización neoliberal y proponen la noción de Cuba como una nación negra que lucha para la justicia en un orden mundial desigual. Sin embargo, los raperos también destacan causas para la justicia racial dentro de Cuba y hacen demandas para la inclusión de los sectores marginados en los procesos de cambio económico y político en la isla. Además, dadas las oportunidades presentadas por el aumento del turismo y una economía de mercado limitada, algunos grupos de rap sugieren estrategias tales como las ventas ilegales de materiales y el consumerismo que constituyen opciones alternativas para la juventud negra en un período de crisis. En el presente documental, aunque corto (aproximadamente 22 minutos), se analiza la relación entre los hilos diversos, el del movimiento hip hop cubano y el del estado socialista, haciendo énfasis en cómo los flujos globales de la cultura proporcionan un medio para la reacción y contestación sobre los discursos locales del poder y raza. Lo más evidente desde el principio del documental es la discrepancia que existe entre el gobierno cubano y los "raperos". Aunque el conflicto entre raperos y estado ha existido desde el nacimiento del hip hop en Nueva York (como lo fue con los grupos Boogie Down Productions, X-Clan y Public Enemy), el caso cubano es único pues posee unas características inigualables. El gobierno, atento a la popularidad creciente de la cultura hip hop, decidió crear en el 2002 la Agencia Cubana del Rap para, según ellos, "ayudar" a los raperos cubanos en el desarrollo de sus carreras a través de contratos de grabación, promoción y tiempo de radio. La Agencia, junto a la Asociación Hermanos Saiz (AHS, brazo artístico del Partido Comunista de Cuba y de la Unión de Jóvenes Comunistas), son las organizaciones oficiales envueltas en "promover" el rap en Cuba. Sin embargo, la realidad para la mayoría de los raperos es otra. La Agencia y la AHS operan como formas de control de parte del gobierno para censurar o filtrar todo discurso que no posea una línea de pensamiento similar a la del Partido. Parte de las entrevistas que se llevan [End Page 245] a cabo en el documental señalan cómo el Festival de Rap en Cuba (la actividad musical más importante para el rap cubano) fue tomado por la AHS en el 2001 excluyendo a los propios fundadores, Valeci y Rensoli entre otros, de participar en la organización del mismo. Tanto el director como los entrevistados...
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