A nivel cerebral, el amiloide-beta participa en la fisiopatología de trastornos cognitivos; en la circulación, el papel del amiloide-beta es incierto pero podría estar relacionado con procesos de inflamación estéril y senescencia. Se ha analizado la relación entre concentraciones circulantes de amiloide-beta 1-40 (Aβ40), cognición y mortalidad (global, cardiovascular y por insuficiencia cardiaca [IC]) en pacientes ambulatorios con IC.El Aβ40 circulante se midió en 939 pacientes consecutivos con IC. El estado cognitivo se evaluó con el cuestionario de Pfeiffer (ajustado al nivel educacional) en condiciones basales y durante el seguimiento. Se utilizaron análisis de regresión múltiple de Cox y medidas de función (discriminación, calibración y reclasificación), ajustando por riesgos competitivos para causas de muerte específicas.Durante 5.1 ± 2.9 años, 471 pacientes murieron: 250 de causa cardiovascular y 131 por IC. La mediana de Aβ40 circulante fue de 519,1 pg/ml [Q1-Q3: 361,8-749,9 pg/ml]. La concentración de Aβ40 correlacionó con la edad, índice de masa corporal, insuficiencia renal y clase funcional de la New York Heart Association (todas p < 0,001). No hubo diferencias en Aβ40 en pacientes con y sin trastorno cognitivo a nivel basal (p = 0,97) o durante el seguimiento (p = 0,20). En el análisis multivariado, que incluye predictores clínicos relevantes y la fracción aminoterminal del propéptido natriurético cerebral, Aβ40 permaneció asociado a mortalidad global (HR = 1,22; IC95%, 1,10-1,35; p < 0,001) y cardiovascular (HR = 1,18; IC95%, 1,03-1,36; p = 0,02), pero no con mortalidad por IC (HR = 1,13; IC95%, 0,93-1,37; p = 0,22). El Aβ40 circulante mejoró la calibración y reclasificación de los pacientes.Las concentraciones circulantes de Aβ40 no se asocian a trastorno cognitivo en la IC. Aβ40 fue predictor de mortalidad y podría indicar envejecimiento sistémico.In the brain, amyloid-beta generation participates in the pathophysiology of cognitive disorders; in the bloodstream, the role of amyloid-beta is uncertain but may be linked to sterile inflammation and senescence. We explored the relationship between blood levels of amyloid-beta 1-40 peptide (Aβ40), cognition, and mortality (all-cause, cardiovascular, and heart failure [HF]-related) in ambulatory patients with HF.Bloodstream Aβ40 was measured in 939 consecutive patients with HF. Cognition was evaluated with the Pfeiffer questionnaire (adjusted for educational level) at baseline and during follow-up. Multivariate Cox regression analyses and measurements of performance (discrimination, calibration, and reclassification) were used, with competing risk for specific causes of death.Over 5.1 ± 2.9 years, 471 patients died (all-cause): 250 from cardiovascular causes and 131 HF-related. The median Aβ40 concentration was 519.1 pg/mL [Q1-Q3: 361.8-749.9 pg/mL]. The Aβ40 concentration correlated with age, body mass index, renal dysfunction, and New York Heart Association functional class (all P < .001). There were no differences in Aβ40 in patients with and without cognitive impairment at baseline (P = .97) or during follow-up (P = .20). In multivariable analysis, including relevant clinical predictors and N-terminal pro-B-type natriuretic peptide, Aβ40 remained significantly associated with all-cause death (HR, 1.22; 95%CI, 1.10-1.35; P < .001) and cardiovascular death (HR, 1.18; 95%CI, 1.03-1.36; P = .02), but not with HF-related death (HR, 1.13; 95%CI, 0.93-1.37; P = .22). Circulating Aβ40 improved calibration and patient reclassification.Blood levels of Aβ40 are not associated with cognitive decline in HF. Circulating Aβ40 was predictive of mortality and may indicate systemic aging.Full English text available from: www.revespcardiol.org/en
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