Los registros de producción de leche, porcentaje de grasa láctea, peso del animal, reproducción y salud de 362 vacas en 506 partos se utilizaron para estimar la eficiencia de utilización de los pastos tropicales por vacas lactantes pastando exclusivamente o pastando con suplementación. Se evaluaron 7 sistemas de alimentación: pasto exclusivamente (T1); pasto más suplementación con maíz molido (T2); con melaza (T3); con alimento concentrado (T5) o con urea-melaza (T6); a razón de 1.0 kg por cada 2.0 kg de leche en exceso de 10 kg de leche por día; o pasto más alimento concentrado a razón de 1.0 kg par cada 2.0 kg de leche, independientemente de la producción de leche, al usar una densidad de pastoreo de 2.5 (T4) 65.0 (T7) vacas por ha. Todos los sistemas de suplementación arrojaron producciones significativamente mayores de leche, grasa, y leche corregida para contenido de grasa, que las en el sistema de pasto exclusivamente (T1). El contenido de grasa parece depender del consumo de los pastos. La suplementación también extendió el período de producción lechera. Se obtuvieron diferencias significativas entre los efectos de los sistemas de alimentación en cuanto a la ganancia de peso, el tiempo que tomó alcanzar la máxima producción de leche, el nivel de la producción máxima, la persistencia en la producción de leche, el intervalo entre el parto y la concepción subsiguiente, el tiempo desde el primer cruzamiento hasta la concepción y el intervalo entre partos. Los elevados niveles de suplementación (T4, T7), aumentaron la ganancia de peso, la persistencia productiva y el tiempo necesario para alcanzar la producción máxima, pero disminuyó la eficiencia reproductiva. En los niveles medianos de suplementación (T3, T5, T6), la eficiencia (Meal/kg materia seca) de la utilización del suplemento para la producción de leche fue satisfactoria. Sin embargo, no ocurrió lo mismo en los niveles elevados de suplementación (T4, T7). Los suplementos (concentrados) tan o más ricos en nitrógeno no proteínico o proteína bruta que el maíz o la melaza, proveyeron una mejor eficiencia de utilización. Durante los primeros 150 días de lactancia (T1), las vacas consumieron una media de 14.3 kg de materia seca del pasto por día, 62.9% del peso corporal. Las vacas en suplementación baja (T2, T3, T5, T6) arrojaron de 24 a 29% menos, y las que recibieron suplementación alta casi el 60% menos de consumo. El tipo de suplementación influyó limitadamente el consumo de la materia seca del pasto. Cuando el potencial genético para producir leche sobrepasó los 3000 kg, la alimentación suplementaria pareció económicamente factible. Aun con fertilización intensiva, se obtuvo una respuesta lineal con el nivel de suplementación proteínica. La alimentación suplementaria causó una alta tasa de sustitución en los pastos tropicales. Por esta razón, se reduce la eficiencia en el uso de la materia seca del pasto a menos que la densidad de pastoreo sea cuidadosamente ajustada.
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