Diversos restos de fócidos fósiles (focas) han sido consistentemente reportados en niveles del Mioceno Tardío y Plioceno de América del Sur. Estos fósiles, junto a aquellos de otáridos fósiles (lobos marinos), indican que durante el Plioceno Tardío o Pleistoceno Temprano se produjo un recambio generalizado desde una fauna dominada por fócidos a una dominada por otáridos en el Hemisferio Sur. El registro fósil de fócidos del Neógeno está dominado principalmente por ocurrencias en el sur de Perú y el norte de Chile, con algunos hallazgos aislados en el centro de Chile. Hasta ahora, no se han reportado focas fósiles en el sur de Chile, limitando nuestra comprensión de la variabilidad latitudinal de los ensambles de pinnípedos, así como de los mecanismos por los cuales ocurrió su recambio faunístico. Aquí describimos los restos fósiles de una foca fósil (Monachinae indet.) de los sedimentos del Mioceno Tardío-Plioceno de la Isla Guafo en el sur de Chile. Estos restos constituyen la ocurrencia más austral de una foca fósil en el Océano Pacífico Sur, ampliando su rango de distribución geográfica en la costa sureste de América del Sur en más de 1000 km. Este hallazgo revela que los fócidos habitaron regiones templadas y subantárticas a lo largo de la Patagonia Chilena durante el Neógeno tardío, lo que sugiere una tolerancia ambiental más amplia que la reconocida anteriormente para este grupo.