ResumenEntender la violencia escolar o bullying como un hecho que no es fijo y estable, sino como un proceso mediante el cual una persona se ve agredida física o psicológicamente por otra más fuerte, dando lugar a un situación de desventaja y dañina, es la conceptualización que mayor aceptación posee en la actualidad. Junto con ella, se distinguen tres grandes protagonistas, como son el agresor, la víctima y observador. El objetivo de este trabajo es identificar la influencia que ha tenido el estar implicado en la dinámica del bullying en los niveles de Inteligencia Emocional de cada uno de los tres roles existentes. El método empleado se corresponde con un diseño ex post facto, de carácter retrospectivo y comparativo. Y la muestra está compuesta por estudiantes de tercer y cuarto curso de sus estudios de Grado, de la Universidad de Almería (España). Los resultados aportados por este trabajo ponen de manifiesto que tanto las no víctimas como los no agresores poseen niveles más altos en cada una de las dimensiones que componen la Inteligencia Emocional. Concluyendo en que, por tanto, el verse implicado en algún episodio relacionado con la violencia escolar, ya sea como víctima o como agresor influye de manera negativa en los niveles de Inteligencia Emocional, ya que disminuye los mismos. En el caso de los observadores, dependiendo del posicionamiento que adopten ante estos hechos poseen unos niveles más altos o más bajos de Inteligencia Emocional.AbstractUnderstanding school violence or bullying as a fact that is not fixed and stable, but as a process by which a person is physically or psychologically attacked by a stronger one, leading to a disadvantageous and harmful situation, is the conceptualization that greater acceptance has nowadays. Along with it, there are three main protagonists, such as the aggressor, the victim and the observer. The objective of this work is to identify the influence that has been involved in the dynamics of bullying in the levels of Emotional Intelligence of each of the three existing roles. The method used corresponds to an ex post facto design, of a retrospective and comparative nature. And the sample is composed of third and fourth year students of their degree studies, from the University of Almeria (Spain). The results provided by this work show that both non-victims and non-aggressors have higher levels in each of the dimensions that make up the Emotional Intelligence. Concluding that, therefore, being involved in an episode related to school violence, either as a victim or as an aggressor, negatively influences Emotional Intelligence levels, since it decreases them. In the case of observers, depending on the positioning they adopt in the face of these events, they have higher or lower levels of Emotional Intelligence.
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