Herbivores select diets from an array of plant species that vary in nutrients and plant secondary metabolites (PSM). The outcome is a diet higher in nutrients and lower in PSM than the average available in the environment. Food preferences in herbivores are controlled by dietary cues (i.e., flavor) associatively conditioned by the food's postingestive actions. The senses of smell, taste, and sight enable animals to discriminate among foods. Postingestive feedback calibrates sensory experiences—like or dislike—in accord with past and present experiences with a food's utility to the body. Thus, food selection can be viewed as the quest for substances in the external environment that provide a homeostatic benefit to the internal environment. Livestock form preferences for foods that supply needed nutrients and medicines and avoid foods that provide excesses of PSM and nutrients. In order to manifest this plasticity, animals need a variety of foods instead of being constrained to a single food or monoculture. Under natural conditions where diversity of plants is the rule, not the exception, eating a variety of foods is how animals meet their nutrient requirements and cope with—and likely benefit from—PSM in their diets. At certain doses, PSM may provide beneficial effects to herbivores and favor plant persistence and adaptability. If herbivores learn to utilize multiple plants, the costs of consuming PSM on animal production and well-being could be minimized and the benefits of PSM enhanced. Once individuals learn about the contextual benefits of consuming diverse foods, social models (e.g., mothers) could train new generations of herbivores by observational learning. We propose that by combining the concepts of animal learning and food diversity, it will be possible to create sustainable grazing systems with less dependence on fossil fuels and with enhanced benefits for soils, plants, herbivores, and people. Los herbívoros seleccionan dietas de diversas especies de plantas que varían en nutrientes y en metabolitos vegetales secundarios (PSM). El resultado es una dieta más alta en nutrientes y más baja en PSM que el promedio disponible en el ambiente. Las preferencias alimenticias en los herbívoros están controladas por señales dietéticas (e.g., sabor) asociativamente condicionadas por las acciones post-ingestiva de los alimentos. Los sentidos del olor, sabor y visión les permiten a los animales discriminar los alimentos. La reacción post-ingestiva calibra las experiencias sensoriales—gustar o no gustar—de acuerdo a las experiencias pasadas y presentes con una utilidad del alimento para el cuerpo. Por lo tanto, la selección de alimento puede interpretarse como la búsqueda de substancias en el ambiente externo que provean un beneficio homeostático para el ambiente interno. El ganado desarrolla preferencias por los alimentos que le proveen medicinas y nutrientes necesarios, y evitan aquellos que le brindan excesos de PSM y nutrientes. En orden para manifestar esta plasticidad, los herbívoros deben tener disponible una variedad de alimentos en vez de restringirse a un solo alimento o monocultivo. En condiciones naturales, donde la diversidad de plantas es la regla, y no la excepción, el consumo de una variedad de alimentos permite que los herbívoros alcancen sus requerimientos nutritivos, hacer frente al—y probablemente beneficiarse del—PSM en sus dietas. A ciertas dosis, el PSM pueden ser benéfico para los herbívoros, y favorecer la persistencia y adaptabilidad de la planta. Si los herbívoros aprenden a utilizar múltiples plantas, los costos de consumir PSM en la producción animal y el bienestar puede reducirse y se puede favorecer los beneficios de PSM. Una vez que los individuos aprenden sobre los beneficios contextuales de consumir diversos alimentos, modelos sociales (e.g., madres) podrían entrenar nuevas generaciones de herbívoros por observación. Nosotros proponemos que mediante la combinación de los conceptos de aprendizaje y diversidad de alimento, es posible crear sistemas de pastoreo sostenibles con una menor dependencia de combustibles fósiles y con un mayor beneficio para los suelos, plantas, herbívoros y seres humanos.