Tanto el sistema educativo español como el mexicano han sido influenciados por las mediciones estandarizadas a nivel global y ambos reconocen ahora al liderazgo educativo como uno de los factores centrales de la mejora escolar. No obstante, en cada sistema se han impulsado políticas disímiles relativas al reconocimiento de estándares para la dirección de escuelas. Contrario a la tendencia global de adopción de estándares para los cargos de dirección, en el contexto español no existe una política homogénea de la figura profesional, determinando cada Comunidad Autónoma tales mecanismos. En contraposición, el Sistema Educativo Mexicano ha desarrollado políticas de estandarización fuertemente predeterminadas para la función directiva a partir de la reforma de 2013. El presente estudio establece una comparativa sobre los estándares para la dirección entre los sistemas educativos español y mexicano, relacionándolos desde la revisión de: (a) los mecanismos de acceso y permanencia en el cargo (Gairín, 2010), (b) la burocracia institucional (Guiddens & Sutton, 2014) y (c) la formación para el cargo. El análisis comparativo permite conocer el estado actual de los estándares para la dirección escolar en ambos sistemas educativos, acercándose a reconocer los antecedentes y actuales marcos de referencia de cada contexto.
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