ResumenDurante la transición menopáusica pueden aparecer signos clínicos leves de hiperandrogenismo, como parte del proceso de envejecimiento normal, pero el desarrollo de virilización franca sugiere una fuente específica de exceso de andrógenos debiendo descartar la presencia de tumores secretores de andrógenos tanto a nivel adrenal como ovárico.Se presenta un caso de una mujer de 51 años postmenopáusica con signos de virilización de 12 meses de evolución, asociado a antecedente personal de diabetes tipo 2 e hipertensión arterial, de mal manejo en el último año. Las pruebas de laboratorio mostraron una franca elevación de los niveles de andrógeno sérico e hiperinsulinemia asociada. Las imágenes solicitadas evidenciaron ambos ovarios aumentados de tamaño de aspecto homogéneo y sólido, con glándulas adrenales de aspecto conservado, lo que hizo sospechar de una posible hiperplasia tecal del estroma ovárico. Se realizó una anexectomía bilateral por laparoscopia, cuya anatomía patológica confirmó la presunción diagnóstica. Los dosajes de testosterona sérica al mes de la cirugía retornaron a valores cercanos a la normalidad para una mujer postmenopáusica.El diagnóstico causal de virilización en mujeres posmenopáusicas es un desafío, y por lo general están asociadas con patologías poco frecuentes. Una historia clínica detallada es fundamental para diferenciar el desarrollo progresivo de virilización que caracteriza las causas benignas de la rápida progresión que caracteriza a los tumores malignos. La interpretación de pruebas correctas de laboratorio con imágenes complementarias, así como la búsqueda de antecedentes de riesgo cardiovascular como la diabetes y la hipertensión asociadas son fundamentales para establecer un correcto diagnóstico y tratamiento.
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