La traducción al español de la correspondencia de George Sand,una escritora con una identidad andrógina que oscila entre elgénero masculino y femenino, presenta las problemáticas de unlenguaje sexista y excluyente. El problema traductológico surgecuando esta mujer, próxima al género masculino a fin de obtenersu lugar en el mundo literario, muestra su cambio de identidad nosolo en sus acciones y su vestimenta, sino también en su lenguaje.Ahora bien, contrariamente a lo que André Maurois asegura al decirque, desde el día en que Aurore Dudevant se convirtió enGeorge Sand, “empezó a utilizar el masculino en todos los adjetivosque se referían a ella” (1952: 147), su correspondencia demuestracómo hace uso alterno del masculino y del femenino parareferirse a su persona. Tratando de mantenerme fiel a laalternancia e incluso a la ausencia de género en francés medianteel uso de sustantivos epicenos y de construcciones parafrásticasen español, esta traducción demuestra las limitaciones dellenguaje a la hora de representar la alternancia entre ambosgéneros y la ausencia de un género específico.