Abstract
In this work we approach the experience of the Los Cuchimilcos Museum. This was a work done with the directors, teachers and students of the Nuestra Señora del Buen Consejo School, located in the town of Breña (Lima, Peru). The purpose was to reopen a museum that existed in the place. Through three work stages, 15 participants between the ages of 11 and 14 jointly, playfully and dialogically carried out a museological and heritage process that resulted in the design and assembly of an archeology museum. In the process, we observed and understood other elements and dialogues in heritage and collective work, which led us to make significant considerations when working with culture, memory and the past. This work made us rethink and evaluate the ways on how the archaeological heritage is assumed and works; where most of the time adultcentrism prevails; as the best way to build knowledge and represent it museally. However, with the experience presented here, we observe that other ways of doing museology are also possible. Keywords: children's museum; socio-museology; archeology; heritage.
Highlights
Aunque la relación del museo con sus públicos se estudia desde hace más de un siglo y ha sido abordada desde diversas perspectivas dentro de las Ciencias Sociales, no agota sus posibilidades de estudio
La consulta de una dispersa bibliografía sobre los estudios de públicos de museos permitió ubicar los escenarios fundamentales – sin desconocer otros espacios- en los que han tenido lugar, así se localizan tres contextos principales: el norteamericano, donde se sitúan los primeros estudios de rigor científico; el europeo y el latinoamericano
Revista cubana de Ciencias Sociales, 17, año VI, mayo-agosto
Summary
Los estudios de consumo cultural, pese a su marcado origen económico, cobran cada vez mayor relevancia, pues ayudan a entender las relaciones en el ciclo de producción, circulación y consumo de los bienes artísticos y culturales. Los estudios sobre las implicaciones sociales del arte cobran madures en la segunda mitad del siglo XX con las investigaciones de Pierre Bourdieu (1988) quien examina las condiciones sociales y usos cotidianos del consumo cultural; en sus estudios se pueden observar los primeros acercamientos al consumo cultural como concepto enmarcado en la sociología de la cultura. Siendo heredera de los razonamientos europeos respecto al tema, la producción científica en Latinoamérica hace sus aportaciones desde una perspectiva transdisciplinar, destaca por su agudeza analítica, Néstor García Canclini (1993) quien propone un concepto de consumo cultural, lo define como: "el conjunto de procesos de apropiación y usos de productos en los que el valor simbólico prevalece sobre los valores de uso y de cambio, o donde al menos estos últimos se configuran subordinados a la dimensión simbólica. Siendo heredera de los razonamientos europeos respecto al tema, la producción científica en Latinoamérica hace sus aportaciones desde una perspectiva transdisciplinar, destaca por su agudeza analítica, Néstor García Canclini (1993) quien propone un concepto de consumo cultural, lo define como: "el conjunto de procesos de apropiación y usos de productos en los que el valor simbólico prevalece sobre los valores de uso y de cambio, o donde al menos estos últimos se configuran subordinados a la dimensión simbólica. (Canclini, 1993, p. 34), si bien este concepto ha sido criticado por algunos autores como Guillermo Sunkel (2002), en la presente investigación se asume por considerarlo efectivo para explicar el caso concreto que se analiza
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