Abstract

Este recurso realiza un recorrido audiovisual por la Sala Capitular del Monasterio de San Isidoro del Campo de Sevilla y por los bienes culturales que la decoran. Pone en evidencia aspectos históricos, técnicos y conservativos; tanto de las obras que podemos apreciar cuando visitamos su interior (pinturas murales, pinturas al óleo sobre tela y retablo) como las ocultas por la actual bóveda barroca, las magníficas pinturas góticas originales del edificio medieval. Permite, por tanto, apreciar la ornamentación de este ámbito en conjunto, en todo su esplendor y apreciar su excepcional calidad artística, la maestría empleada en su ejecución y el buen estado de conservación que presentan en la actualidad. Su navegación resulta fácil e intuitiva: Los diferentes iconos permiten el acceso a la información, especialmente activando los diferentes vídeos dispuestos en puntos estratégicos en relación con las obras, con locuciones que suministran información de calidad, detallada y precisa de los aspectos considerados. Igualmente, consiente efectuar una navegación libre accionando los controles que le permiten desplazarse por toda la capilla, aumentando o disminuyendo las áreas de interés. Por último, determinadas obras pueden visionarse en alta resolución apreciándose detalles plásticos, técnicos y de ejecución imposibles de distinguir a simple vista. Fundado en el año 1301, el monasterio de San Isidoro del Campo es un conjunto monumental de gran interés, no sólo por su dilatada e interesante historia, sino porque aún conserva un buen repertorio de bienes artísticos de altísima calidad. En este recurso nos centraremos en conocer y analizar su Sala Capitular, un espacio situado en la zona medieval o más antigua del conjunto y donde las diferentes etapas históricas se superponen de una manera singular. Así, por encima de la bóveda barroca que actualmente recubre la Sala Capitular se esconde la original de crucería del siglo XV, oculta por la bóveda de cañón rebajada correspondiente a la reforma que se hace en esta sala en el siglo XVII, decorada con magníficas pinturas murales, destacando las existentes en su nervadura, donde se representan una serie de magníficos dragones serpenteantes y en los plementos y paramentos murarios, vemos un despiece de fábrica de sillares simulados rematado en el perímetro de los arcos, por un entramado de ramas de hiedras enrolladas en un vástago de madera y molduras fingidas. Ya en la propia Sala podemos apreciar en sus paramentos, y muy especialmente en su cara Este, las pinturas del zócalo o arrimadero, fechables entre 1468 a 1492. Simulan una arquitectura fingida tras la que se aprecia una arboleda y un paisaje urbano con suaves colinas que sirven de marco a escenas que narran la vida de San Jerónimo. Estas escenas quedan separadas por pináculos y paneles con motivos mudéjares, aludiendo a labores artesanales de armadura, alicatado o marquetería. Pinturas que estuvieron ocultas por una sillería de madera durante siglos y que fueron rescatadas durante el proceso de rehabilitación del inmueble. En la actualidad coexisten con las pinturas murales barrocas fechadas en 1634 de marcado carácter decorativo, presentan una distribución articulada en casetones remarcados con molduras y grecas, en cuyo centro se concentran las alegorías, ángeles y cartelas con arpías; todo ello, complementado con una ornamentación de clara inspiración clásica compuesta por grutescos, motivos vegetales, candelieri y cenefas. La decoración general se complementa con pinturas al óleo que representan a San Jerónimo y San Isidoro flanqueando el altar mayor, la Oración en el Huerto y el Cristo de la Humildad en los muros laterales cerca de la cabecera o la escena del Nolli me tangere y Cristo Resucitado en el muro Sur. Por último, el retablo de San Pedro, un "retablo marco" del siglo XVII, realizado por el arquitecto, Luis de Figueroa que preside la estancia y cuatro pinturas sobre lienzo completan el conjunto de bienes muebles de esta sala capitular. Este ámbito es un lugar muy apropiado para conocer cómo ha evolucionado a lo largo de su historia, las modificaciones sufridas en su decoración resultan idóneas para que el usuario puede apreciar y, entender, cómo ha cambiado desde la etapa primigenia medieval hasta la gran transformación sufrida en época barroca adaptando con gran maestría su ornamentación a la decoración del momento. De igual forma, la gran calidad técnica y plástica de estas obras resultan adecuadas para poder estudiar en profundidad cómo han sido ejecutadas gracias a la excelente resolución que nos ofrece el recurso que, permite apreciar desde detalles técnicos, su puesta en obra, o las alteraciones presentes, hasta su actual estado conservativo; así como, deambular virtualmente por el trasdós de la bóveda actual y apreciar la magnífica decoración medieval que podemos ver en este recurso en toda su magnitud sin necesidad de permisos especiales o complicados accesos.

Full Text
Published version (Free)

Talk to us

Join us for a 30 min session where you can share your feedback and ask us any queries you have

Schedule a call