Abstract

Resumen: El año 2020 ha estado marcado por una pandemia global causante de una situación extraña e impredecible a nivel planetario. Todos los países del mundo se encuentran en procesos de prevención sanitaria contra la COVID-19, un virus que ataca agresivamente el sistema inmunológico de las personas. Intentar llevar a cabo cualquier actividad supone un riesgo de contagio, ya que el coronavirus se propaga sobre todo a través del aliento humano, lo cual ha supuesto la irrupción de nuevos hábitos cotidianos, como usar siempre la mascarilla, o no poder reunirse con otra gente para celebraciones y eventos, ni tampoco dar clase en el aula. Inmersos en esta tesitura, desfavorable para cualquier intento de normalidad educativa, en el caso de la educación artística padecemos doblemente esta penosa realidad. En la coyuntura española, iniciábamos el año presentando una serie de alegaciones a la nueva ley de educación que el gobierno quiere aprobar (LOMLOE), una ley que prácticamente elimina las artes visuales del currículum escolar. También en otros países se está evidenciando un retroceso constante en materia de educación artística. Si el coronavirus está impulsando la práctica de las artes mediante el uso de tecnologías digitales, y la sociedad reivindica más enseñanzas en materia de prevención, salud, inclusión, igualdad, diversidad y lenguajes tecnológicos emergentes, deberíamos atender a estas necesidades que requiere el nuevo escenario educativo y vital. Ante tales evidencias, apostamos por una muerte digna de nuestra especialidad, tal y como la entendíamos hasta ahora, valorando que este derecho a la eutanasia supone el nacimiento de un concepto renovado de la educación artística, algo que deberemos abordar como prioridad y de manera inmediata. 
 Palabras clave: arte, educación artística, pandemia, formación de profesorado, coronavirus. 
 Abstract: This year 2020 has marked by a global pandemic that causes a strange and unpredictable situation at the planetary level. All countries are in health prevention processes due to COVID-19, a virus that attacks the immune system. Trying to do any activity poses a risk of contagion, since the coronavirus spreads especially through human breath, which has led to the invasion of new daily habits, such as leaving the house with a mask, or not being able to meet other people for celebrations and events, or to teach in the classroom. Immersed in this unfavorable situation for any educational normality, in the case of artistic education we suffer doubly from this painful reality. In Spain, we started the year presenting a series of complaints to the new education law that the government wants to pass (LOMLOE), a law that practically eliminates the visual arts from the school curriculum. Also in other countries, there is a constant decline in Art Education as curricular teaching. If the coronavirus is promoting the use of digital technologies, and society claims the teachings on prevention, health, inclusion, equality, diversity and emerging technological languages, we should attend to the needs required by the new educational and vital scenario. Faced with such evidence, we are committed to a death worthy of our specialty, as we understood it until now, understanding that this right to euthanasia implies the birth of a renewed concept of artistic education, something that we must do immediately as a priority. 
 Keywords: Art, Art Education, Pandemic, Teacher Training, Coronavirus.

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