Abstract

La discusión sobre la participación de Chile en la guerra de las Malvinas ha estado centrada en las últimas décadas en la cooperación de inteligencia con los británicos, quedando marginado su aspecto diplomático. En este trabajo pretendemos desafiar tal perspectiva, planteando que Chile siguió una política doble, que muchas veces entraba en contradicción: una de neutralidad diplomática y otra de colaboración militar con los británicos. En tal sentido, la dimensión diplomática no fue una mera excusa o careta, sino que tuvo una relativa independencia y objetivos propios, ya quecompartía con la acción de los militares la misma meta: colaborar con una derrota argentina en el conflicto.

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