Abstract
Una leyenda moderna dice que el Santo Grial fue escondido a O Cebreiro en Galicia. Me encontré con una posible explicación de esta en la realización de investigaciones sobre San Gerardo de Aurillac, santo francés del siglo décimo. Había en la Edad Media un convento dedicado a él, mas tarde abandonado. Fue también un milagro recordado por haber tenido lugar allí, donde un sacerdote, no convencido de la transubstanciación, vio el pan y el vino ritual transforma en carne y sangre. Cuando San Gerardo se mencionó a los peregrinos que pasaran por O Cebreiro, cofundaron su nombre –Sant Gral en gallego– con el cáliz del milagro y lo mal identificaron como el Santo Grial-Sant Grial en gallego. La leyenda se elaboró por Ramón Cabanillas, poeta gallego moderno, de manera nostálgica que recuerda San Gerardo y sus biografías medievales: una mezcla de devoción religiosa con un código marcial.
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