Globalización, policrisis y fragmentación: elementos clave para una gobernanza estratégica (monográfico Los nuevos desafíos de la política económica)

Abstract

La globalización ha sido un motor central del crecimiento económico y la interconexión global durante las últimas décadas, pero en la actualidad se enfrenta a una serie de crisis complejas y entrelazadas que ponen en duda su futuro tal y como ahora se percibe. La policrisis en los ámbitos de la geopolítica, la salud, el medio ambiente y la economía ha llevado a sostener que la globalización expone a los países a riesgos excesivos. Se argumenta que una mayor independencia económica, en lugar de interdependencia, contribuiría en mejor medida al bienestar de sus electores. Opiniones que han comenzado a configurar la política comercial que se ha traducido en un incremento notable de acuerdos unilaterales, de modo que algunos análisis alertan del riesgo de fragmentación de la economía global si estas perspectivas siguen extendiéndose. Se critica el aumento de la desigualdad y la exclusión entre países, pero todavía existen visiones más extremas que definen el escenario económico actual en el contexto de permacrisis, cuya definición determina que se trata de un periodo prolongado de inestabilidad e inseguridad que produce cambios profundos en la economía y en la sociedad. De hecho, la fusión de un sin fin de variables alerta sobre el realismo de este nuevo término. Un escenario macroeconómico complicado donde las respuestas políticas pueden calificarse como deficientes, en un marco donde la emergencia climática prosigue su trayectoria creciente, ampliando la desigualdad y promoviendo corrientes de pensamiento nacionalistas que ponen en entredicho las actuaciones en materia de cooperación mundial. Eventos catastróficos que no serían improbables sino que, de forma sistemática, se infravalora la probabilidad de que ocurran, de modo que hace necesario analizar sus impactos en las diferentes economías. A ello se suma el papel que jugarán las nuevas tecnologías, en particular la IA y cómo la bipolaridad reinante se desvirtúa para dar lugar a un mundo más fragmentado, donde otros actores ganan protagonismo. El eje geopolítico, decisorio y disuasorio se está desplazando y es preciso analizar su alcance en términos de gobernanza estratégica.