Abstract

En el presente artículo se realiza un análisis sobre las formas en que el uso de slurs como “Guerrillo”, “Vándalo” y “Castrochavista”, así como el dogwhistles “Gente de bien”, transforma negativamente la realidad social. El uso intencional de estas expresiones conlleva a la institucionalización de prácticas de rechazo, discriminación y odio que movilizan a la colectividad en la toma de decisiones y a la realización de acciones políticas que terminan por atacar la dignidad humana y son una afrenta directa a la democracia. La institucionalización de estas prácticas discursivas da origen a una glotopolítica de orden negativo, lo que hace posible mostrar la intencionalidad de los hablantes y los compromisos pragmático-lingüísticos asumidos por la colectividad.

Full Text
Published version (Free)

Talk to us

Join us for a 30 min session where you can share your feedback and ask us any queries you have

Schedule a call