Abstract

Tras la firma de Münster en 1648, la Compañía neerlandesa de las Indias Orientales llevó acabo una serie de intentos por adentrarse en el comercio manileño que fracasaron ante lanegativa de las autoridades hispánicas. En cambio, entre 1663 y 1668, el trato neerlandés enFilipinas encontró en la figura del gobernador Diego Salcedo y en el contrabando semioficialuna vía para su penetración en las islas. En este artículo intentaremos analizar cómo se desarrollóeste comercio, cuáles fueron los agentes que lo hicieron posible y cuál fue el papel delos vecinos de Manila en él. Al mismo tiempo que trataremos de calibrar cual fue el peso deltrato neerlandés en las islas durante este periodo respecto al de otros territorios como Chinao Taiwán. Así como se formuló la intervención de diversos intermediarios asiáticos llegadosdesde la India, Macasar, Siam o Bantam.

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