Abstract

La depresión constituye un problema importante de salud pública ya que es una enfermedad que afecta a un alto porcentaje de la poblacion mundial; este padecimiento motiva que el entendimiento de las emociones sea un aspecto influenciado por diversos factores de riesgo por el tipo de características a las que pertenece; es definida como un trastorno mental frecuente que se caracteriza por la presencia de tristeza, perdida de interés, sentimientos de culpa, baja autoestima, trastornos del sueño y falta de apetito. La depresión en personas mayores de 65 años tiene una alta prevalencia y produce un impacto negativo en la calidad de vida, representandose de distintas formas debido a que su etiología solo puede explicarse recurriendo a diversos mecanismos de orden biológico y psicosocial que coexisten en el individuo. El pronóstico es en general deficiente, pues este trastorno en la vejez presenta mayores recaídas y mayor mortalidad que en las personas de otras edades. Algunos estudios han demostrado que el tratamiento más adecuado para la depresión es aquel que combina intervencion primaria con psicoterapia conductual. El objetivo de la presente revisión es analizar la magnitud y el impacto social de la depresión, así como explorar modelos que permitan comprender mejor las estrategias necesarias para su atención y con ello se pueda elevar el nivel de conocimiento sobre este padecimiento a través de la profundización del tema, enfatizando evitar la inadecuada indicación de psicofármacos por las serias complicaciones que pueden producirse dado que una mayor comprensión del problema permitirá un diagnóstico temprano y un tratamiento oportuno.

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