Abstract
En Don Quixote, las preparaciones para la muerte del protagonista son varias, y Cervantes muestra familiaridad con los ars moriendi, los testamentos y los inventarios. Cervantes refleja la tensión entre la resignación recomendada por los humanistas y la ansiedad revelada por las prácticas testamentales. Al final, Alonso Quijano el Bueno confiesa y dicta un testamento conforme a los ars moriendi. Sin embargo, el inventario de bienes en la primera parte es menos virtuoso. El cura y el barbero catalogan y destruyen la biblioteca antes de que el protagonista pueda hacer su testamento, robándole la oportunidad de resignar a sus bienes.
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Schedule a callMore From: Cervantes: Bulletin of the Cervantes Society of America
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