Cultural descriptions as political cultural acts: an exploration

Abstract

Interculturality may be something normal which everyone possesses to a degree. However, dominant neo-essentialist theories of culture give the impression that we are too different to easily cross-cultural boundaries. These theories support the development of academic disciplines and the need for professional certainty in intercultural training. There is an illusion of neutrality in established cultural descriptions such as collectivism and individualism. The criticism of this position is that such theories and descriptions may instead be ideologically constructed, and represent an idealised Self and a demonised non-Western Other. This denial of ideology results in a liberal–essentialist duality which also underpins multiculturalism. A critical cosmopolitanist approach and a social action theory of society project a different picture of culture which resides in realities which respond to personal circumstances. A cultural realism not only acknowledges the influence of national structures but also allows for the agency of the individual. However, the Centre positioning of established theories of culture means that emergent realities residing on the always defined Periphery need to assert an existence that the always defining Centre needs to appreciate. La inter-culturalidad puede ser considerada algo normal y que todos poseen hasta cierto grado. Sin embargo, teorías dominantes neo-esencialistas sobre cultura dan la impresión de que somos demasiado diferentes como para que fácilmente crucemos fronteras culturales. Estas teorías apoyan el desarrollo de disciplinas académicas y la necesidad de certeza profesional en la formación y educación intercultural. Existe una ilusión de neutralidad en descripciones culturales establecidas tales como colectivismo e individualismo. La crítica a esta posición es que dichas teorías y descripciones podrían ser construcciones ideológicas que representan a un ‘Yo’ idealizado, y al ‘Otro’, no-Occidental, de imagen demoníaca. La negación de esta ideología resulta en una dualidad liberal–esencialista la cual además es la base del multiculturalismo. Una propuesta crítica cosmopolita y una teoría de acción social de sociedad, proyectan un panorama diferente sobre cultura que reside en realidades que responden a circunstancias personales. Un realismo cultural reconoce la influencia de estructuras nacionales pero también permite la actuación propia del individuo. Sin embargo, la posición del Centro acerca de las teorías establecidas sobre cultura significa que, las realidades emergentes que residen en la siempre definida Periferia necesitan hacer valer su existencia frente al siempre definidor Centro, el cual necesita reconocer dicha existencia.