La mandíbula es un modelo para la evolución de las estructuras morfológicas complejas debido a que presenta una integración del desarrollo de sus diferentes estructuras. A diferencia de otras partes del cráneo, que albergan estructuras con funciones diferentes (protección del cerebro y de los órganos sensoriales), la principal demanda funcional para la mandíbula se relaciona con la alimentación. Por ello, es esperable que sea la dieta su principal agente selectivo. En esta investigación se presenta un estudio basado en morfometría geométrica, de mandíbulas pertenecientes a dos especies de murciélagos de hoja nasal, Phyllostomidae: el murciélago nariz de hoja pálido (Phyllostomus discolor Wagner, 1843) (n= 29) y el murciélago nariz de hoja lanceolada [Phyllostomus hastatus (Pallas, 1767)] (n= 6), ambas especies omnívoras, con tendencia nectarívora. Las diferencias en tamaño y forma de la mandíbula fueron examinadas usando 13 hitos anatómicos situados en la cara lateral de las hemimandíbulas. Los resultados revelaron diferencias entre ambas especies para el tamaño, pero no para la forma, siendo insignificante la variación alométrica. Se concluye que una alimentación parecida para ambas especies ha hecho evolucionar hacia una forma mandibular similar, aunque el tamaño para ambas haya evolucionado de manera independientemente.
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