Abstract

La entrada en vigor de la Ley Orgánica de Educación (LOE, 2006) y la Ley para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE, 2013) contempla al alumnado que presenta Trastornos Graves de Conducta (en adelante, TGC) como de Necesidades Educativas Especiales (NEE). Aunque es evidente el uso de distintos cuestionarios y escalas dimensionales para la detección de los trastornos graves de conducta, curiosamente España no tiene un instrumento de detección común (Merchán, 2016). El Cuestionario de Indicadores de Problemas Emocionales y Conductuales (CIPEC) ha resultado ser un instrumento de fácil manejo (Merchán, 2009; Rodríguez-Mateo, Luján y Mesa, 2012; Rodríguez-Mateo y Luján, 2013) y con garantías psicométricas de fiabilidad y validez, y que permite al profesorado informar sobre el alumnado que pueda presentar indicadores compatibles con un TGC En el presente comprueba el CIPEC como instrumento para la detección de los problemas de conducta y alteraciones emocionales en todos los centros de educación especial de Canarias. Con una muestra de 471 alumnos/as (de una población de 530), un nivel de confianza del 99% y error del 2%, los resultado nos confirman que el profesorado de los centros de Educación Especial es un buen agente de detección e identificación de los TGC. El 5.5 % de la población de los CEE presentan TGC, y el 60% no presenta ninguna dificultad conductual significativa. Existe una alta fiabilidad total del cuestionario (.95 alfa de Cronbach), y se han podido obtener fiabilidades adecuadas para cada uno de los compontes o factores principales. Se aprecia cómo hay una influencia lineal de la suma total del cuestionario en función la calificación final. Por último, se propone un modelo ajustado (R2 de 0 ,955) con 12 ítems, reduciéndose significativamente el CIPEC.

Full Text
Paper version not known

Talk to us

Join us for a 30 min session where you can share your feedback and ask us any queries you have

Schedule a call