Abstract

Since 1931, and especially since the Nuremberg Code of 1947, an increasing number of declarations, regulations, norms, guidelines, laws, resolutions, and rules intended to create conditions for better protection of subjects participating in research studies have been published, although some have meant setbacks in the human rights of vulnerable populations. As such, violations of the dignity of experimental subjects in clinical trials continue. What researchers investigate and how the research is done, the quality and transparency of the data, and the analysis and the publication of results (of both raw and processed data) respond to the financial interests of the pharmaceutical companies, coming into permanent tension with bioethical principles and the needs of society. The active participation of civil society is necessary to make it so that pharmaceutical research, results and applications subordinate economic benefits to the protection of human rights.

Highlights

  • La investigación en seres humanos tiene una historia tortuosa, con claroscuros permanentes, en la que se destaca, al lado del progreso en el conocimiento, la explotación de individuos vulnerables, ya sea por su condición económica, social o cultural

  • La apatía moral y la impunidad se visualiza claramente al contrastar la recepción del premio con las declaraciones en el Juicio de Khabarovsk, en 1949, del sargento mayor de la Policía Militar, Satoru Kurakazu: Cuando ingresé en el laboratorio de la prisión, cinco individuos de origen chino, sujetos de experimentos, estaban sentados en un largo banco; dos de estos chinos no tenían dedos en absoluto, sus manos estaban negras; en los otros tres, los huesos eran visibles, tenían sus dedos, pero ellos eran solo huesos

  • 14) Es muy importante que cada país tenga una ley nacional de investigación biomédica que sancione las violaciones de las normas que controlan la investigación clínica en humanos

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Summary

Los estudios sobre la sífilis y la respuesta del gobierno prusiano

En 1898, Albert Neisser, quien en el año 1879 descubrió el agente transmisor de la gonorrea (llamado en su honor Neisseria gonorrhoeae), publicó un ensayo clínico en el que, buscando un método para prevenir la sífilis, inyectó suero libre de células de pacientes con esta enfermedad en personas hospitalizadas por otros problemas de salud. Según las leyes criminales, realizar una investigación no-terapéutica en un sujeto sin consentimiento cumplía los criterios de injuria física y que la validez científica del experimento no mitigaba el daño. Los directores médicos fueron advertidos de que las intervenciones médicas distintas al diagnóstico, tratamiento e inmunización debían excluir a todo “menor o incompetente por otras razones”, así como a todo sujeto que no hubiera dado un consentimiento “no ambiguo” tras una “adecuada explicación de las consecuencias negativas de la intervención”. Cualquier investigación debía ser realizada con la autorización del director médico, y en todos los casos el cumplimiento de estos requerimientos debía quedar “documentado en la historia clínica” [1]

La fiebre amarilla
La normativa existente en Alemania y los experimentos nazis
Los experimentos japoneses en China y Manchuria
EL DESARROLLO DE LA NORMATIVA INTERNACIONAL
Ensayos clínicos en África y América Latina
Investigaciones con doble estándar
El ensayo clínico con surfactante en América Latina
LOS INTERESES DE LA INDUSTRIA FARMACÉUTICA INNOVADORA
La investigación y las necesidades de la población
La falta de transparencia en la información de resultados
CONCLUSIÓN Y PROPUESTAS
Findings
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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