Abstract
The objective of this paper is to determine whether, after 230 years of Constitution of United Stated of America, pillars of separation of powers and system of checks and balances that authors like Hamilton, Madison and Marshall helped design or, otherwise, whether what some authors call the imperial presidency has been implemented. The methodology used is of a dogmatic historical nature. The conclusion is that personality of of American Union has become a noninstitutionalized limit which is extremely dangerous and contradicts very idea of Rule of Law. Facing threat of president emperor, today it is unavoidable to remember principles that inspired Constitution of United States and limits it imposes on different powers, including executive. © 2018 Universidad de Caldas.El objetivo del presente trabajo es determinar si pasados 230 anos de Constitucion de los EE. UU. se conservan los pilares de separacion de poderes y el sistema de pesos y contrapesos que autores como Hamilton, Madison y Marshall ayudaron a disenar o en caso contrario si se ha implementado lo que algunos autores llaman la presidencia imperial. La metodologia utilizada es de caracter historico dogmatica. La conclusion es que personalidad del de Union Americana se ha convertido en un limite no institucionalizado, lo que es sumamente peligroso y contradice idea misma del Estado de derecho. Frente a amenaza del presidente emperador, hoy se hace ineludible recordar los principios que inspiraron Constitucion de los EE. UU. y los limites que impone a los diferentes poderes, incluyendo el ejecutivo. © 2018 Universidad de Caldas.
Highlights
Los estadounidenses no son los primeros en tener Constitución
A este respecto, Fioravanti (2001) señala que: En esencia, la constitución mixta sirve en este tiempo para defender el carácter del hecho plural y compositivo de la sociedad y de los poderes que ella expresa, y lo que se teme es el nacimiento de un poder público que rompa este equilibrio, que se sienta legitimado para alimentar sin mediar pretensiones de dominio
Recuperado de https://www.archives.gov/ federal-register/executive-orders/disposition.html Tobón, M. y Mendieta, D
Summary
El Federalista y especialmente Hamilton, había establecido las bases de una Constitución fuerte y de un poder judicial competente para hacerla cumplir y será el juez Marshall, heredero de esta concepción, quien en 1803 dejará claro y de manera definitiva que la autoridad encargada de velar por la Constitución de los Estados Unidos son los jueces, consolidando en la famosa sentencia Marbury vs. Madison, el judicial review o control judicial de constitucionalidad, en aras de preservar la supremacía de la Constitución sobre todas las leyes estatales y federales. Al igual que Hamilton, Marshall tendrá que argumentar la supremacía de la Constitución sobre la ley y por qué los jueces son los llamados a velar porque esta supremacía se conserve, pero plantea otro problema no menos importante y es el de la imposibilidad de que un poder limitado como lo es el legislador pueda reformar por mecanismos ordinarios la norma escrita que lo limitó, es decir la Constitución. Mientras el poder judicial se hacía protagonista, el ejecutivo no se conformó con ser espectador, sino que en un juego político de mutua conveniencia respaldó a la Corte Suprema de Justicia en su papel de máximo garante de la Constitución (Whittington, 2009) y acrecentó su poder gracias a las órdenes ejecutivas y su injerencia en las agencias administrativas federales (AAF) (Breger & Edles, 2000)
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