Abstract

This paper examines the association between status and cultural consumption in the domain of reading in Chile. After empirically obtaining a status hierarchy based on the marriage patterns of occupational incumbents, I examine the influence of individual status position on book reading, frequency of reading, and diversity of book genre preferences. The findings indicate that position in the status hierarchy has a significant influence on book reading, and that this influence is net of educational attainment, income, and social class. Furthermore, status, but not education or economic resources, affects the preference for a more diverse book genre portfolio. In contrast, status is not an important determinant of magazine and newspaper reading, while education and income are. A historical account of these contrasting effects suggest that while newspapers and magazines have lost their elite character, diversifying in order to cater to popular taste throughout the 20th century, books remain a marker of ‘elite culture’ in contemporary Chilean society.

Highlights

  • Este artículo recoge resultados del proyecto de investigación “Los museos y su público

  • Producidos y consumidos en circuitos relativamente diferenciados para su uso y apropiación, los consumidores se distinguen por poder adquisitivo de acuerdo a los diferentes grupos sociales y a las disparidades en educación y capital cultural (Bourdieu, 1988; Chan & Goldthorpe, 2010; Sunkel 2002)

  • Este detalle en la medición de los menores de edad es probablemente la razón de la diferencia entre los sondeos generales y las encuestas de cada museo, porque estas instituciones, durante los últimos años, han invertido una gran cantidad de recursos humanos y financieros en potenciar sus áreas educativas y éstas a su vez, han centrado sus esfuerzos en invitar y motivar la participación de niños y escolares, y es en estos segmentos precisos que los museos presentan mayores aumentos de visitantes (Cari, 2013)

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Summary

Consumo cultural de museos: realidades heterogéneas y complejas relaciones

El acceso de la población a los museos suele ser una de las categorías incluidas con frecuencia en los estudios sobre consumo cultural (García Canclini 1993; Bisbal, 1999; Bouder-Pailler & Damak, 2009). El estudio del consumo cultural de los jóvenes tiene por primera dificultad superar las limitaciones de la propia categoría social de “jóvenes”, la que ya anula la diversidad de lo que abarca y favorece la aproximación desde miradas unitarias o generalizadoras. Este detalle en la medición de los menores de edad es probablemente la razón de la diferencia entre los sondeos generales y las encuestas de cada museo, porque estas instituciones, durante los últimos años, han invertido una gran cantidad de recursos humanos y financieros en potenciar sus áreas educativas y éstas a su vez, han centrado sus esfuerzos en invitar y motivar la participación de niños y escolares, y es en estos segmentos precisos que los museos presentan mayores aumentos de visitantes (Cari, 2013). Contrastar el enfoque estadístico con una aproximación cualitativa nos perece podría contribuir, al menos preliminarmente, a establecer una mirada más integradora de las motivaciones de las audiencias que asisten a estos espacios culturales

Jóvenes y museos: desencanto e incomprensión
Iniciativas de los museos para aproximarse a los jóvenes
Conclusiones
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