Abstract

El presente estudio se sitúa dentro de una línea que profundiza en los componentes culturales de la familia, poniendo de relieve la estrecha conexión entre el parentesco, los valores y hábitos culturales y la organización social. En concreto, en una ciudad mediterránea de la Monarquía Hispánica (siglos XV-XVIII), Murcia, se hizo del parentesco de linaje un valor de rango distinguido y prestigioso, reservado casi exclusivamente a las familias principales. Para éstas fue un importante capital, de origen bajomedieval, construido a partir de brillantes acciones guerreras; y más tarde, conforme se afianzaba el Estado Moderno, formado a través del servicio al monarca. Y fue importante, sobre todo, por su utilidad social: era un requisito pertinente para acceder a la minoría de los selectos y a los beneficios que proporcionaba su hegemonía. Socialmente la perpetuación de tal situación quedó fuertemente ligada a la del propio linaje. Bien es verdad que éste se podía ver interrumpido por cuestiones negativas como los accidentes biológicos, las tendencias dispersantes de algunos integrantes del parentesco, la traición o la falta de fidelidad a las instituciones de poder superiores y a sus disposiciones, etc. Ahora bien, lo más lógico fueron estrategias positivas de reproducción, y para tal fin entendieron el parentesco como algo más permeable que los estrictos lazos de sangre; prefirieron limitar sus relaciones a un círculo social estrecho, de corte endogámico y homogámico; se insertaron dentro de redes de poder; y manifestaron y activaron un amplio conjunto de símbolos (solar, sangre, emblemas y lemas, capellanías, mayorazgos, sitiales, oficios representativos, escudos de armas....) adecuados a su rango.

Highlights

  • Partiendo de la realidad de que el parentesco — o, lo que es lo mismo, un sistema de parentesco unitario— en la Vieja Europa es un hecho que materializa relaciones sociales —bien y fundamentalmente mediante lazos de sangre y alianza ^, bien a través de fórmulas de amistad

  • Dicha forma de organización fue adoptada —ello no quiere decir que sea exclusivamente suya— con fines claramente diferenciadores por parte de la aristocracia, y más tarde, a partir de la segunda mitad del siglo xiv y sobre todo en el siglo XV, circuló y también fue incorporada como valor cultural diferenciador por parte de la mediana y pequeña nobleza y por parte de las capas dirigentes de ciudades y villas castellanas ^^

  • Implantada la estructura agnaticia y su consiguiente jerarquización interna por el cuerpo social más elevado de los estamentos castellanos, es decir la aristocracia, y siendo ésta el espejo donde se miraba el resto de la sociedad distinguida, tal como acabamos de exponer y con fines distintivos, también el linaje fue representado culturalmente por los cuerpos nobiliarios y poderosos situados inmediatamente por abajo de ella a partir del siglo xiv

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Summary

Introduction

Partiendo de la realidad de que el parentesco — o , lo que es lo mismo, un sistema de parentesco unitario— en la Vieja Europa (siglos v-xvm) es un hecho que materializa relaciones sociales —bien y fundamentalmente mediante lazos de sangre y alianza ^ , bien a través de fórmulas de amistad,.

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