Abstract

En ese texto, propongo que la retórica multicultural que hoy prolifera en el campo pedagógico puede ser tratada en términos de la imagen que produce de nosotros mismos o, dicho de otro modo, en en la construcción de nuestra propia identidad. Esa retórica funciona también como un mecanismo para conjurar lo que el otro extranjero pueda tener de inquietante para nosostros. Sospecho que palabras como "convivencia", "diálogo" o "pluralismo" estén siendo utilizadas de forma tan acrítica como la antigua "misión civilizadora" y estén alimentando también nuestra buena conciencia y una imagen confortable y satisfecha de nosotros mismos. Pero, el otro extranjero no se deja representar. No permite que nadie le represente y no quiere representar a nadie ni a nada. Cuales son las implicaciones de esa situación con la Educación?

Full Text
Paper version not known

Talk to us

Join us for a 30 min session where you can share your feedback and ask us any queries you have

Schedule a call

Disclaimer: All third-party content on this website/platform is and will remain the property of their respective owners and is provided on "as is" basis without any warranties, express or implied. Use of third-party content does not indicate any affiliation, sponsorship with or endorsement by them. Any references to third-party content is to identify the corresponding services and shall be considered fair use under The CopyrightLaw.