Managing Financial Emergencies in an Integrating World

Abstract

Financial risks as well as opportunities now flow more freely across the borders of all but the poorest countries in the world. But globalizing finance became an observable fact before appropriate political structures were in place to steer it. The basic proposition that robust financial markets both rested on and reinforced the legitimacy of state power was decisively tested during the Great Depression. It is being tested again today. Two outcomes define the spectrum of policy choices in the medium run. One would return us to a version of the post-1945 order characterized by renewed barriers around national markets and strengthened home-country control of tightly regulated financial intermediaries. The second would entail the grand irony of states transcending one of the last bastions of sovereignty as traditionally conceived, namely autonomous fiscal authority. During the crises of 2007–2008, there were surprising, if opaque, moves in the latter direction. Tanto los riesgos financieros como las oportunidades fluyen ahora más libremente a través de las fronteras de todos menos de los países más pobres en el mundo. Pero la globalización financiera se convirtió en un hecho observable antes de que estuvieran establecidas las estructuras políticas apropiadas para manejarla. La proposición básica de que los mercados financieros robustos se basaran en la legitimidad del poder del estado, y que también la reforzaran, fue decisivamente sometida a prueba durante la Gran Depresión. Hoy día, nuevamente, se ha vuelto a poner bajo prueba. Dos resultados definen el espectro de la selección de política a medio plazo. El primero nos regresa a la versión del orden posterior a 1945, caracterizada por barreras renovadas alrededor de mercados nacionales y fortaleciendo el control del país local a los intermediarios financieros estrictamente regulados. El segundo conlleva la gran ironía de los estados trascendiendo uno de los últimos bastiones de la soberanía como se concibió tradicionalmente, es decir, la autoridad fiscal autónoma. Durante las crisis del 2007–2008, hubo sorpresivamente, aunque de una manera no muy clara, movimientos hacia la última dirección.